Guanajuato, Gto.- Pese a que se pronostica una buena temporada de lluvias para este 2024 en el estado de Guanajuato, específicamente para la capital las mismas no alcanzarán a recuperar las carencias hídricas que se generaron en los últimos dos años.
Así lo reconoció el presidente del Consejo Directivo del Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guanajuato, Héctor Morales Ramírez, quien explicó que los pronósticos de agua son diferentes para cada mes, en donde se vaticina que julio podría ser el único mes bueno.
“Se dice que en mayo y junio va a llover entre un 10 y un 15% menos que el promedio anual, en julio va a llover un 10% y en agosto va a llover también como un 10% menos, lo que se espera es que esté lloviendo entre un 10 y un 15% menos o por debajo del promedio anual que tenemos, que le anda pegando a cerca de los 700 milímetros al año”, explicó en entrevista con El Sol de León.
Aclaró que las presas sí se verán beneficiadas con las precipitaciones, pero no lo suficiente para recuperarse de la sequía que se viene arrastrando desde hace dos años.
Por ello, recordó que se ha optado por la perforación de pozos, más la rehabilitación de otros y así contar con mayor cantidad y volumen de agua para abastecer a la población.
“Los pozos que estamos tramitando ahí los permisos de perforación, pues vamos a reforzar y esperando que llueva poquito o mucho, con el agua que alcancemos a captar en las presas pues nos va a hacer más fácil administrarlo a lo largo del tiempo”.
Cuestionado sobre si se podría recuperar la actividad de extracción de agua, Morales Ramírez expresó que sería lo ideal, que se pudieran tener los cuatro millones de metros cúbicos en las presas para poder extraerlos.
“Ayudaría porque las presas están en las zonas altas, no gastamos energía eléctrica para llevar el agua, aunque el proceso de potabilización es un poco más complejo que el de los pozos, aun así nos cuesta menos el poder producir agua de presas”.
Sin embargo, por el cambio climático, insistió en que esa posibilidad se hace cada vez menor, pues las lluvias ya no son tan constantes y no se sabe si habrá o no buenas temporadas que permitan llenar las presas de agua.