León, Gto.- El maestro Rodolfo Rodríguez Padilla del Instituto Tecnológico de León (ITL), creó un dron para llevar medicamento de emergencia a comunidades rurales en un lapso de siete a diez minutos.
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El dron fue construido dentro de las instalaciones del Instituto y es llamado RO-262, por las siglas del nombre del maestro y la numeración en honor al primer avión de reacción operacional del mundo.
El proyecto se llama RPA (vehículo controlado remotamente), la intención es que un operador lo haga despegar, con un control remoto que contiene una tarjeta que se enlace con los GPS y lleva un plan de vuelo, el objetivo es llevar medicamento de emergencias a las comunidades rurales brincando cerros o también puede regresar una muestra o análisis clínico para saber cómo atender a un paciente.
“Se recomienda llevar un vehículo automotor de rueda para atender a las personas pero esto nos ayudaría a abarcar con un centro de salud en un radio de unos 20 kilómetros con carga mínima para llevar y traer de 7 a 10 minutos los medicamentos y muestras clínicas”, dijo el docente.
Explicó Rodríguez Padilla que según el reglamento sobre los drones de las Normas Oficial mexicana y europeas plantean que los Vehículos Aéreos No Tripulados como también son llamados, midan dos metros de ancho con un peso máximo de cinco kilogramos.
“Si le pones una batería de cinco kilogramos puede alcanzar unos 40 kilómetros pero para llevar las pruebas empieza a reducir, actualmente la norma europea redujo el peso para cuatro kilogramos máximo en este tamaño, pero esa norma es para ciudad no para comunidades que están haciendo lo mismo”, señaló.
Informó que a pesar de que el modelo ya se ha reproducido en varias partes del mundo, el RO-262 se distingue de los demás porque el medicamento va por dentro y no por fuera, con otros se tendría que hacer dos viaje o mandar dos drones y este sería uno solo.
Dio a conocer que el drone tiene un costo entre 50 a 60 mil pesos, el modelo tiene cuatro motores, los dos de frente pueden moverse en cualquier momento y al tomar altura de crucero, se puede mover hacia enfrente y volar como avión y con más velocidad que los cuadricópteros que los inclinan máximo 45 grados pero la fuerza hacia atrás es del 70 por ciento y el del profesor Rodolfo mandaría la fuerza hacía atrás al 100 por ciento y el viento que provoca pasar por la superficie y toca el ala, aumenta la sustentación, entonces puede llevar más carga a la misma velocidad gracias a que el motor va adelante.
Lo único que se necesita son trenes de aterrizaje o una catapulta para ser lanzado, hay diferentes configuraciones que dependiendo la necesidad del cliente se adapta el modelo.
Diferentes tipos de drones
Rodolfo rodríguez dio a conocer que hay drones que tienen forma de avión y otros que son en forma de multicopter, la ventaja de este último es que puede permanecer estático y además puede despegar y aterrizar de manera vertical, en cambio los de tipo avión necesitan pista y necesitan ser lanzados de manera horizontal aunque también se pueden usar catapultas para darle velocidad y a cierto ángulo.
“Estamos con esto de los drones alrededor del año 2012, en el 2014 formalmente empezamos a exponer, con unos pequeños que son pruebas de diferente modelos para tomar experiencia”, platicó.
Expuso que la tecnología de la electrónica viene desde China y Estados Unidos, los baleros por ejemplo traen piezas que son japoneses, que son de alta tecnología para los rodamientos, las hélices no se necesita tanta tecnología pueden ser de otros proveedores así como las tarjetas electrónicas que tienen chips de diferentes partes del mundo y esas etiquetas se integran sensores que ayuda a que la aeronave se estabilice ante cualquier perturbación, también tiene brújula y otra tarjeta avanzada que tiene GPS para saber en dónde va estar.
Para finalizar, dijo que ha trabajado con niños de San Luis de la Paz, Apaseo el Grande y de comunidades lejanas del estado para enseñarles hacer un “papalote tecnológico” es decir un dron que lleva una tarjeta que se conecta a dos motores y la batería, giroscopio para que se estabilice.
“El niño tiene que acelerar, desacelerar y cambiar la velocidad de los motores para que gire, lo único que no puede hacer es acrobacia con una altura de 50 metros”.
A dicho dron el profesor le agregó un alambre que funciona como antena y ayuda a que tenga mayor alcance superando 100 metros de altura y están hechos de platos de unicel.