León, Gto.- La humanidad está viviendo en medio de una crisis en la que se ha dejado de creer en Dios, fue lo que expuso Monseñor Alfonso Cortés Contreras, Arzobispo de la Arquidiócesis de León en la misa por los 100 años de la edificación del Monumento a Cristo Rey.
La ceremonia fue celebrada en el cerro del Cubilete en Silao, a propósito de la crisis de fe que ha tomado a la sociedad, Monseñor Alfonso Cortés hizo un llamado a realizar obras de caridad, que finalmente son los actos que se quedarán como legado hasta el final de los tiempos.
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El Arzobispo de la Arquidiócesis de León, recordó brevemente el tiempo en el que el estado y la iglesia tuvieron discrepancias, dijo, fueron tiempos difíciles que dejaron aspectos buenos y malos para ambos, de igual manera expresó que en la actualidad también hay dificultades sociales, incluyendo la pandemia.
“Estamos viviendo en México un tiempo difícil, quizá no como aquellos tiempos de la Revolución; hoy vivimos otra crisis, la crisis del sentido del ser humano, del sentido de nuestra vida, de la historia, de lo que soy yo, una crisis de Dios” comentó Monseñor Alfonso Cortés.
“Hay mucho ateísmo en la práctica, hay mucha indiferencia en la vida religiosa, que Dios proteja a nuestra nación; que Dios no haga ser mejores después de esta crisis, pensando y amando lo que es más importante, solamente Dios basta” agregó el Arzobispo de la Arquidiócesis de León.
Frente a la cultura antropológica que se vive en la actualidad, en la que se antepone el ser humano y echa a Dios fuera de su vida, el Arzobispo que el único que trasciende en el tiempo, es Dios mismo como ser divino, y es lo único que le da sentido a la existencia hasta el juicio final.
Agregó que nadie es dueño del tiempo ni de la vida, todo ser depende de Dios, sean creyentes o no, incluso ante la soledad que manifiesta el ser humano, mencionó que después de la Segunda Guerra Mundial, la sociedad comenzó a cuestionar el sentido del dolor, de la muerte y la frustración del ser humano.
El Arzobispo que ante la pandemia que aqueja al 2020 y la apatía por la religión las obras de caridad deben llevarse a cabo, ya que se traducen en amor al prójimo.
Por último, Monseñor dijo que creyentes o no, deben preguntarse qué puesto ocupa Cristo en la vida de cada uno y la importancia de las obras que se han hecho al prójimo.