Cuando el discurso de la vida pública es mentiroso daña a la sociedad: Arzobispo de León

Alfonso Cortes dijo que vivimos en una sociedad deteriorada por la violencia y la pobreza

Christian Rendón I El Sol de León

  · domingo 28 de enero de 2024

La finalidad de la educación es para hacer el bien y no sólo para que la gente se pueda hacer rica pues la palabra educa. Arzobispo de León, Alfonso Cortés Contreras / Fotos: Francisco Carmona | El Sol de León

León, Gto. - El arzobispo de León, Alfonso Cortés Contreras, dijo que cuando el discurso de la vida pública es mentiroso daña la sociedad, haciendo referencia durante el sermón de este domingo a lo esencial que es la palabra en la vida del ser humano.

Francisco Carmona | El Sol de León

El sacerdote no sólo hizo referencia a las instituciones públicas, pues dijo que lo mismo pasa con la iglesia mientras ofreció la misa dominical en la Catedral Metropolitana de León.

“La palabra construye al pensamiento en la vida pública, por eso cuando el discurso de la vida pública es mentiroso daña a la sociedad y en cualquier institución llámese también la iglesia. La fuerza de la palabra es profunda”, dijo.

Además, comentó que derivado de la violencia que se vive en todo México ha dejado una sociedad dañada y deteriorada por tanto muerto y preguntó cómo tener esperanza ante una situación así.

“La violencia y tantos muertos eso nos ha hecho a México una práctica, dañados, dañados, cómo el bien, cómo tener esperanza en una sociedad mejor con lo que estamos viviendo, aun así, aunque parece imposible esa sociedad deteriorada no totalmente, pero sí dañada”, agregó.

También hizo referencia a la pobreza y a las condiciones desiguales en las que viven muchas familias mexicanas.

“La pobreza cómo vivimos en la basura, mucha gente vive en la basura, cómo hemos dañado la naturaleza, la palabra dirigida al ser humano lo forma en la verdad, debe formarlo en la verdad, en la justicia, educar personas justas”, añadió.

Cortés Contreras dijo que la finalidad de la educación es para hacer el bien y no sólo para que la gente se pueda hacer rica pues la palabra educa y debe ser el instrumento para el bien.

“La palabra de Dios nos dice que somos varón y mujer y no somos lo mismos y no somos lo que yo quiero 'es que ahora yo quiero ser'”, finalizó.