Salamanca, Gto. (OEM - Informex).- En los tiempos actuales abrumados por la desaceleración económica, la inseguridad, la violencia y la muerte, en estos tiempos, hacer frente a un servicio funerario representa un fuerte gasto para quienes tienen que despedir y dar sepultura o cremar a un familiar.

Aunque la ola de violencia ha detonado el número de decesos, también ha ido en aumento la apertura de casas funerarias y para este tipo de negocios la demanda del servicio se ha incrementado en un 20%.

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Y aunque popularmente se dice que la muerte no respeta condición, sexo ni edad, para llegar a lo que será la última morada, ya sea sepulcro en un panteón o cenizas en una urna, la muerte se adapta a la situación económica de la gente.

El servicio básico, el más austero, que incluye capilla de velación a domicilio y el traslado del cuerpo a misa y panteón, tiene un costo de 8 mil pesos, de ahí se deriva comprar un espacio para depositar los restos mortales, actualmente se manejan dos opciones: la primera es comprar una gaveta mural en el panteón que cuesta alrededor de 11 mil pesos, la segunda es adquirir un terreno en el cementerio cuyo precio de contado oscila en los 20 mil pesos, a todo esto se le suma el costo de la misa.

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En total, el servicio funerario más económico representa un gasto de 30 mil pesos, pero si la gente cuenta con presupuesto y se quiere despedir al difunto con un poco más de lujo la inversión puede ser de 45 a 50 mil pesos, aquí se incluye de forma gratuita la preparación del cuerpo.

A últimas fechas el servicio de cremación ha tomado mayor auge, el servicio básico incluye urna sencilla, prestación del ataúd y carrosa para traslado del cuerpo a misa, este servicio cuesta 16 mil pesos, hay urnas de mármol que elevan el precio del servicio a 20 mil pesos.

Con cremación o sepultura, en los tiempos actuales, morirse sale caro…