Almacenar gasolina en los hogares tiene sus riesgos, así como guardar litros de gasolina, al tratarse de combustible y ser un material inseguro, inestable e inflamable.
No se trata de cantidades, pues sólo medio litro puede causar graves daños a la salud de las personas y su mal manejo puede provocar que una persona tenga quemaduras de tercer grado, lo cual amerita hospitalización.
Por eso una de las recomendaciones es que las gasolinas deben estar en un contenedor especial, con medidas especiales para almacenarlo, pues los vapores que éstos emanan pueden generar diversos perjuicios al cuerpo humano.
Además del daño a los ojos: enrojecimiento y ardor; quemaduras y pérdida de córnea, del canal lagrimal; desprendimiento de retina e incluso ceguera. Afectaciones en la nariz: formación de grietas; quemaduras y hemorragia; perforación; pérdida del olfato y sinusitis, entre otros.
También puede deteriorar la piel, ardor, quemaduras y pérdida de músculos que, en combinación con los rayos del sol, da entrada a infecciones o cáncer. Incluso pueden presentarse perforaciones de esófago y estómago, úlceras, hemorragias, gastritis, diarreas y vómitos recurrentes.
Lee además ⬇