León, Gto.- Desde hace más de un año fue implementado por La empresa Curtidos Rudiux, una composta a través del uso de la lombriz californiana en los lodos que surgen del proceso del curtido del cuero, para de esa manera contribuir al medio ambiente y aportar mayor beneficio ecológico al planeta.
Todo comenzó cuando el dueño de dicha empresa cuando le informaron que la lombriz californiana trataba los desechos de los animales en un periodo de 2 a 3 meses y lo convierten en abono orgánico, por lo que de inmediato compró un lote de lombrices y comenzó a implementar su experimento con defecación de borregos.
El proceso lo comenzó a implementar con la finalidad de obtener abono para los huertos orgánicos y están implementándolo en una cosecha de aguacates que tiene en su espacio de trabajo.
Con el paso del tiempo en la tenería, debido a ciertos procesos que realizan y que con son productos orgánicos, se comenzaban a formar lodos en los diferentes procesos de la piel, por lo que decidió revolver los lodos que se generaban de los proceso, con excremento animal y con una partícula especial para degradar los químicos de la tenería, para también ver si funcionaba el proceso de las lombrices.
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Por lo que poco a poco implementando el proceso se fue adaptando un diseño que pudiera funcionar para la generación de abono orgánico, en el que primer se ponía a deshidratar el lodo de la tenería, que se generaba en las trampas de las mismas para que fuera más sencillo el tratamiento.
Una vez que se deshidrata el lodo de las tenerías, se mezcla directamente con excremento de animales, regularmente con la de animales del campo, ya sea vaca o borrego, por lo que después se agregó la sustancia que le venden para ayudar a la desintegración de los químicos.
Después fue que se le implantó el lote de lombrices, para ver qué comportamiento tenían, eso sí con algo de miedo de que se murieran por si es que algo fuera dañino en la mezcla para el abono.
Sin embargo después de 3 meses se observó que las lombrices comenzaron a realizar su trabajo y a introducirse en la tierra para comenzar a hacer su vida, comer y desarrollarse, tiempo después de que ya se empieza a observar que la lombriz trabajó el abono, comienzan a subirse porque ya abajo no queda más complemento para ellas.
El cuidado de la mezcla es también de sumo cuidado, ya que se le tienen que hacer unas camas especiales para poder plantar a las lombrices y que no se salgan del futuro abono, así como también se tienen que estar rociando 3 veces por semana, para ir trabajando un aspecto más natural.
Ya cuando las lombrices salen a la superficie, se les almacena para poder guardarlas e implementarlas en otra cama de mezcla para que sigan trabajando en su propósito.
Una vez que queda el proceso de abono orgánico, se almacena en costales por algunos días y de ahí ya está lista para ser tratada como tierra 100 por ciento orgánica y funcional para la producción del campo.
Hasta el momento la empresa desconoce si otras más también lo practiquen, sin embargo están conscientes que es un proceso muy valioso que puede servir bastante para el planeta y que siguen en asesorías con expertos, para validar qué acciones se pueden realizar para mejorar el proceso.
Aproximadamente en 30 macetas dentro de la tenería se concentra parte del abono orgánico, algunas plantas en otros espacios de la ciudad o rurales y en un año de implementar este proceso se ha producido hasta 150 kilos de abono.