León, Gto.- Durante la celebración de la tradicional misa dominical en la Catedral de la ciudad de León llevada a cabo por el Arzobispo Alfonso Cortés Contreras, donde inició diciendo que el ser humano tiene la necesidad natural de conocer y de informarse y destacó el esfuerzo de los medios de comunicación por su labor.
En su discurso, indicó que todo ser humano por muy sencillo que sea tiene su conciencia y esa es sagrada y solamente dios nuestro señor tiene la llave para conocer esa mentalidad.
Complementando lo anterior Cortés Contreras, dijo que “hay un verdad y una realidad que aún no está resuelta del todo, es el ser humano y su misterio, aquel que tiene preguntas existenciales, como el dolor, el sufrimiento, la muerte y la frustración, son cuestiones que aún no terminan de resolverse”.
Hablando sobre la filosofía, precisó que esta es la que ha encontrado una causa primera de todas las preguntas del ser humano, “la religión comienza con el descubrimiento de los misterios del ser humano no resueltos, esa es la religión cristiana, aquella que está basada en la revelación de dios al ser humano”.
La santa escritura y la tradición
Son estos elementos, el primero el que está reconocido como un documento oficial de la iglesia y la tradición lo que se transmite de viva voz la celebración de la liturgia y todas las costumbres que se siguen celebrando en la fe católica a través de las generaciones.
Además, el Arzobispo mencionó que la santa escritura es un documento que contiene la revelación de Dios, fuente de vida y de salvación, es justo y necesario que los cristianos tengan conocimiento de esta información para “conocer la verdad de vida”.
Leer algo importante
Lamentando que las personas no lean correctamente, en sus palabras mencionó que la gente hoy no tiene la sabiduría de la palabra de Jesús, no leemos, además de los motivos porqué existen tantos divorcios y mal manejo del matrimonio.
“Muchas veces los católicos se casan sin saber la sabiduría, sin iluminar su camino con la palabra de Dios, tomar la decisión de entregar sus vida, pero no con el consejo o la belleza de la palabra santa, por eso se van así no más a celebrar un rito que no significa nada”.