León, Gto.- Entre peluqueros y barber´s no hay competencia. En el Barrio de San Miguel se mantiene la tradición de peluquerías de antaño donde se ofrecen los tradicionales cortes de cabello, los mismos desde hace más de medio siglo que abrieron sus puertas.
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José Bernardo Loera Rodríguez, platicó que el oficio lo aprendió de Luciano Loera Monsibais “El Negro”, su padre, quien a su vez aprendió a cortar el cabello de su abuelo, quien también era peluquero.
“Yo inicie a los 12 años enseñándome con mi padre Luciano Loera Monsibais y a la edad de 15 años me soltó el trabajo”, comentó.
Entrar a la peluquería es toda una experiencia, parece que ahí el tiempo se detuvo, pueden observar carteles publicitarios de décadas atrás, así como fotografías y una que otra reliquia, iniciando con la puerta principal de su negocio ubicado en la calle Independencia.
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“Tengo esta reliquia es un esmeril -afilador de tijeras- que fue del abuelo y máquinas y navajas tanto de mi abuelo como de mi papá las tengo yo”, dijo.
Bernardo platicó que ha ido a cursos de capacitaciones pero dice convencido que son los cortes tradicionales, lo que más le gusta hacer. También tiene el conocimiento de los modernos.
“Tengo clientes de cinco generaciones, hace poco se me juntaron gente de mi abuelo, y trajo a sus hijos, nietos y biznietos y los que le siguen, fue una experiencia muy bonita”. expresó.
En cuanto a la competencia con las barber´s dijo que trabajo hay para todos y en el Barrio de San Miguel no hay competencia, pero prefiere los cortes tradicionales debido a que son más baratos y no se le invierte tanto tiempo.
Don Goyo, un peluquero conocido y querido
Caminando por la misma Independencia, rumbo a Timoteo Lozano encontrarás otra barbería donde se encuentra Don Goyo, aunque sus instalaciones no son tan de antaño, debido a que el peluquero dejó su peluquería inicial sigue teniendo el aroma y la sensación de ser una de las más antiguas del Barrio.
Gregorio Rocha López cuenta con una silla que tiene 69 años, tan solo tres años más grande que él, era de su papá, en ella sienta a sus clientes que van desde niños hasta adultos mayores para realizarle un corte tradicional.
Compartió que hace 38 años inició el oficio de peluquero porque antes era pespuntador pero a causa de una embolia, su hermano le comenzó a enseñar a cortar cabello para que ganara su dinerito debido a que ya no pudo regresar a su trabajo anterior.
“Mi papá y mis hermanos eran peluqueros del Barrio de San Miguel, aunque siempre veía a mi papá trabajando mi hermano fue el que motivó a estar aquí”, conversó.
“Don Goyo” recordó que la peluquería estaba a un lado del billar -actualmente un negocio de carne-, y luego su papá compró una casa pasando el bulevar Torres Landa que ahora esa ya es barber y la tiene un sobrino porque compró la casa.
“Antes era pespuntador pero cambié de oficio porque me dio un embolia y no quedé bien de un ojo y ya me puse hacer esto. Me gusta este oficio y esto ya tiene mucho porque ya luego salieron los barber pero cada uno tiene su gente”, comentó.
El peluquero del Barrio de San Miguel es empírico y ha aprendido hacer “figuritas” como él las nombra, es decir, cortes modernos sin embargo, prefiere dedicarse a los cortes que se hacían como hace 80 años y que siguen siendo del gusto de sus clientes.
Para ambos peluqueros su mayor satisfacción es que en el Barrio de San Miguel siguen siendo reconocidos por su trabajo y sus clientes siguen siendo fieles a su trabajo.