León, Gto.- Ayuda por el gusto de ayudar y en agradecimiento a lo que otros hicieron antes. Es la historia de la señora Clara, quien recibe en casa al personal médico que necesite dónde dormir, dónde comer y dónde sentir el calor familiar.
En una vivienda del emblemático barrio de El Coecillo, en el municipio de León, doña Clara está preparada para velar por los médicos y enfermeras que enfrenten la crisis por el coronavirus.
Afirma que no es moda, ni ganas de figurar. Ya lo ha hecho, no en estas circunstancias, pero de procurar a quienes visten de bata blanca, ya tiene muchos años.
"La vida de los doctores es muy difícil, no de ahora; siempre ha sido así. Cuando están estudiando se van lejos de casa y de la familia y les pagan muy poco", dice Clarita.
"Con lo que les pagan no les alcanza ni para comer", señala con un dejo de tristeza y con el conocimiento, ya que tiene familiares que andan por otras ciudades pasándola así. Su hija, uno de ellos.
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"Pero ¿sabes qué? Siempre hay alguien en algún lugar que les tiende la mano, que ve por ellos, que les dan un lugar donde descansar y comer, que los comprenden y se vuelven parte de sus sueños".
"Por eso, desde hace tiempo hacemos en mi familia algo por ellos. No son los mismos pero tienen las mismas necesidades", afirma.
Cada Navidad o Año Nuevo acude al Hospital General de Silao, a entregar al personal médico, comida. Como fecha simbólica, el primero de septiembre hace lo mismo en el Hospital General de León.
"Nos nace del corazón. Ellos hacen más de lo que les pagan y del trato que muchos les dan y en muchas ocasiones no son del lugar donde laboran… el dinero no les alcanza".
Su rostro se transforma cuando habla de la forma en que, ahora por el Covid-19, son tratados.
Las agresiones que están sufriendo es por ignorancia de la gente, ignorancia de la enfermedad e ignorancia de todo lo que hacen los médicos por ti, por mí, por todos
"Ellos también tiene miedo y familia y sin embargo ahí están", dice doña Clara con una mirada de tristeza y enojo.
"Dios nos ayuda a ayudar a los demás. Me da una gran satisfacción poder hacer algo por alguien y no es el taco, sino la forma en que lo das".
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La casa de Clara, muy cerca del Hospital Covid-19, en León, espera a quien lo necesite. Hasta ahora, el nosocomio no se ha utilizado más que para realizar pruebas.
El ofrecimiento de su familia al personal médico es a través de redes sociales. "Si ellos no vienen, nosotros vamos a ir a ellos", expresa la señora al momento de apagarle a la estufa porque esos frijoles ya se cocieron, lo indica el olor a hogar.