León, Gto.- El 2 de enero de 1946 no se olvida, se recuerda como el día que León se levantó para exigir valer su voto, en tiempos de elecciones, había que elegir un nuevo presidente municipal y renombrar los ayuntamientos del Estado.
En esa época le dolía todo a León, a pesar de generar cuantiosos recursos para el trabajo de su gente, las autoridades de todos los niveles le tenían en el peor de los abandonos.
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Faltaba un hospital moderno, nuevo mercado, escuelas, la ciudad carecía de energía eléctrica, para sostener la industrialización de sus empresas, las obras estaban a cuentagotas para la creciente población lo que ocasionó indignación y enojo de los ciudadanos.
Todo inició el 16 de diciembre de 1945 cuando leoneses votaron en las urnas para renovar autoridades locales. El comerciante Carlos A. Obregón apoyado por la Unión Cívica Leonesa (UCL) obtuvo 22 mil 173 votos, su contrincante, Ignacio Quiroz representante del Partido de la Revolución Mexicana (PRM) contó solo con 58 votos, sin embargo, este último fue declarado ganador.
De inmediato los leoneses uniéndose en la Plaza Principal alrededor de las 10 de la mañana entraron en paro, las tenerías, comercios, fábricas y negocios de diferentes giros no abrieron sus puertas, ciudadanos clamaban justicia.
Los leoneses se han caracterizado por ser personas trabajadoras, de ahí el lema: “El trabajo todo lo vence”, pero, ¿cómo seguir aguantando los malos tratos de un gobierno ineficiente?
Así, el 1 de enero de 1946, Ignacio Quiroz tomó posesión de su cargo como presidente municipal de León.
El pueblo se encontraba ofendido. La UCL los instó a que regresaran a sus labores pues los tendrían informados, sin embargo, les pidió regresar por la tarde en lo que les resolvía el gobierno estatal.
Aun sin tener noticias, a eso de las nueve de la noche, un grupo de jóvenes arribaron frente a Palacio Municipal con un ataúd de cartón, tenía las iniciales PRM.
Acto seguido, apagaron las luces del sitio y desde las azoteas los soldados comenzaron a disparar sin tregua contra la gente que se encontraba reunida.
“La multitud fue ametrallada en la plaza principal y calles adyacentes, habiendo en ese momento 30 muertos y 100 heridos graves e incontables desaparecidos hombres, mujeres y niños, presentando en su mayoría orificios de entrada por la espada reducidos por proyectil de arma de fuego de uso del Ejército”, describe el cronista de la ciudad el maestro Luis Alegre Vega en la revista Crónica Leonesa.
Además, relata que una ambulancia de la Cruz Roja fue baleada. Por esta cobarde matanza, las autoridades ordenaron 15 días de duelo, Por primera y única vez en el siglo se suspendieron las Fiestas de enero.
Después del 2 de enero
El escenario se tiñó de llanto y dolor esa noche y las que siguieron, pero el 3 de enero, mientras miles de leoneses salieron a las calles a acompañar a las víctimas en el cortejo fúnebre, desde la plaza principal hasta el panteón San Nicolás, la sangre de las víctimas cometida por las fuerzas federales conmovió a por lo menos 40 mil personas que estuvieron presente. León tenía entonces 150 mil habitantes.
¿Justicia?
Escribe Luis Alegre que la noche del 7 de enero el presidente Manuel Ávila Camacho, fue más allá y pidió a la Comisión permanente del congreso la desaparición de poderes en el estado, los legisladores corresponden al día siguiente.
Aquello era histórico: los tres poderes de la Unión se hallaban para hacer justicia al pueblo leonés.
DATOS
De acuerdo a Pablo Serrano en la revista Tiempo, la UCL fue una organización de masas con presencia indiscutible, de un campesinado resentido, de obreros de pequeñas industrias y de clase media, parapetada así del cardenismo. La UCL se configuraba como una organización civil pluralista en la que también participaban comerciantes, industriales, hacendados, empresarios, artesanos y amas de casa.
La Unión Cívica Leonesa, hizo alianza con la Unión Nacional Sinarquista (UNS) y el Partido Acción Nacional (PAN) que postularon a Carlos Obregón.
Corrido del 2 de enero
Voy a quitarme el sombrero
Para empezar a cantar
Lo que pasó el 2 de enero
¡Ni me quisiera acordar!
Oiga toda la nación
Como a unos hombres cabales
Asesinaron en León
Los soldados federales.
Fue una terrible matanza
¡Hay, que de sangre corrió!
Lloro nomás de acordarme
Lo que mi pueblo sufrió.
Querían municipio libre
Todas las gentes de León
Y el 16 de diciembre
Votaron por Obregón.
Pero el partido Perreme
El triunfo desconoció
Y aquí fue donde la gente
Como un león se levantó
¡Hay, que pueblo tan valiente
En defender sus derechos!
¡Todos pusieron de frente
A los fusiles de pecho!