León, Gto.- Como si fueran los años 30, el Hotel León conserva una arquitectura única, de formas geométricas y líneas ornamentales únicas en el paisaje del centro histórico leonés.
Ubicado en el Centro Histórico de León, este lugar permite trasladarse a aquella época de principios de siglo, a través de su restaurante y los baños que guardan detalles de aquella época.
El edificio tiene un estilo artístico “art deco”, que surgió en Europa entre 1920 y 1939, pero que de acuerdo con el libro “Una Historia de Vida, Asociación de Hoteles y Moteles de León”, don Álvaro López Gómez y su esposa doña Cuquita lo implementaron en el Hotel León y dieron un auge importante a esta industria durante esos años. Te contamos la historia.
En el mismo libro, doña Cuquita recuerda: “Mi padre construyó un edificio de departamentos, pero no le dio resultado, porque la gente no estaba acostumbrada a ellos y querían tener animales en las habitaciones”.
El libro, que es parte de los acervos del Archivo Histórico Municipal de León, detalla que en ese entonces en la ciudad sólo había dos hoteles: El México y Condesa.
Sin embargo, debido a que don Álvaro López Gómez creyó que era una oportunidad para crear un tercer hotel en la ciudad, junto con su esposa decidieron modificar el edificio que hasta la fecha se encuentra sobre la calle Madero, pero para rentarlo.
Así, modificaron las habitaciones y lo ampliaron, pero finalmente el hombre se dio cuenta de que él se podía hacer cargo, pues además había trabajado en el hotel Detroit HIlton, en los Estados Unidos, y dominaba muy bien el inglés y dentro del proyecto de modificación, de 80 habitaciones crecieron a 108.
Los esposos, en el primer piso, habilitaron un espacio para el restaurante con tres mesas y en la parte baja estaba la tradicional papelería La Mariposa.
Fue un grupo de norteamericanos quienes llegaron a trabajar a una empresa a León los primeros clientes del restaurante. Don Álvaro López Gómez les brindaba un servicio parecido a un hotel internacional, mientras que doña Cuquita se encargaba de prepararles las tres comidas al día. Sus recetas eran de comida francesa adaptadas a la mexicana.
Ambos trabajaron mucho para que el hotel fuera un éxito. Doña Cuquita se iba a lo que hoy es el Descargue Estrella a comprar lo necesario para los alimentos, pero eso nunca la llenó, pues lo que a ella le gustaba eran las flores.
Pronto adornó el hotel a su gusto floral y menos tardó en crear alimentos diseñados con flores para concursar en los eventos de alta sociedad en León, que siempre eran ganados por las primeras marcas de hoteles.
Eso hizo que el Hotel León cobrara popularidad y muchos leoneses fueran a comer al restaurante, aunque es importante decir que doña Cuquita participó en los concursos de alimentos con adornos florales, porque todavía no contaba con las vajillas para hacer lucir sus sazones.
Don Álvaro se convirtió en mecánico, contador, administrador y relacionista público, hicieron el equipo perfecto y rápido les comenzaron a llegar grupos de excursionistas que gustaban de las historias de Pancho Villa que les contaba el señor.
El hombre tuvo tanto éxito, que en los años 60 compró otro hotel en la ciudad, pero a los pocos años murió y sin él, doña Cuquita se deprimió y no quiso saber nada del exterior.
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El hotel lo atendió su hijo y hasta la fecha es un negocio que ha sobrevivido a adversidades económicas, sociales y a la modernidad de otras marcas, incluso a la pandemia del 2020, pero es ya un referente y un ícono en la ciudad de León que vale la pena visitar cada que se pueda.