León, Gto..- En la localidad Los Arcos, sus habitantes cuidan celosamente de los vestigios del antiguo templo y su troje porque llegan extraños a buscar un tesoro escondido, sin embargo pocos saben que este podría estar maldecido.
El misterio del tesoro en Los Arcos
No solamente dicen que hay tesoros sino que han visto merodear a una mujer hermosa que entra al templo por la madrugada pero esta nunca más sale.
Los pobladores platican historias de un tesoro escondido por ello, hay quienes acuden con detectores de metales pero son retirados del lugar por las autoridades.
La señora Ramona Navarro tiene más de 60 años viviendo en Los Arcos, situado a 7.8 kilómetros de León en dirección Norte. Platicó que años atrás por doquier se podían observar trojes -bodegas donde almacenaban las semillas obtenidas durante las cosechas- y los trazos de una hacienda que pertenecían al señor Rafael Portillo.
Historias de un templo maldito en Los Arcos
Actualmente solo queda la antigua iglesia y una bodega que fungió como salón para dar clases de catecismo pero también se comenta que este lugar fue cuartel del comandante de la División del Norte, José Doroteo Arango Arámbula mejor conocido como “Pancho Villa”.
“Antes eran las tierras de un hacedado y tenía a sus trabajadores, sólo tuvo una hija la cual estaba discapacitada. Un día dijo: ya me voy a morir y para qué quiero tanto, fue que comenzó a repartir por partes iguales y a cada persona les tocaron alrededor de 8 hectáreas porque tenía terreno para este lado del Conalep y ya luego se hizo el ejido por eso la calle principal se llama Rafael Portillo en memoria del señor”, explicó Ramona.
Manifestó que donde estaban las antiguas trojes y bodegas las tumbaron para hacer casas y como testigo de la historia solo quedan las dos anteriores fincas que son cuidadas por todos los que viven en Los Arcos.
Asimismo, la señora Ramona y su nieto Cristopher platicaron que se habla sobre un tesoro que está sepultado en las entrañas del templo y aunque hay varias versiones todas coinciden en que no será fácil dar con él porque unos dicen que está maldito y otros que hay ánimas que lo cuidan.
“Hay un túnel en la sacristía incluso le pusieron ramas para que no se metieran porque llegaban personas con aparatos y palas y picos para desenterrar el cofre con monedas de oro pero llegan las autoridades y los echan pa fuera”, dijo la señora.
Asimismo, Christopher Isaac Alba Guerrero señaló que sus amigos y en la escuela narran la historia de unos asaltantes de banco que para no ser detenidos por la policía escondieron lo hurtado en el templo que está bendito y por ello se dice que quien encuentre el dinero será maldecido.
“Unos maleantes entraron al templo a enterrar un tesoro que habían robado de un banco y se fueron mientras la policía los seguía, dicen que fue maldecido por el diablo porque lo enterraron en la iglesia”, comentó.
Esta historia también viene acompañada por espíritus que hacen presencia por la noche, razón por la cual sus habitantes no entran al templo.
“Se cuenta que quienes andan de madrugada escuchan ruidos o ven sombras. Un día llegó un auto de ahí se bajó una muchacha muy bonita y le dijo esperame ahorita vengo, amaneció y nada que apareció”, señaló Ramona Navarro.
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En cambio, Elena Ramirez Aguilera de 72 años de edad recordó que a los 16 años se casó en ese templo cuya estructura estaba a punto a caer, motivo por el que hicieron el nuevo templo a un costado.
“Era un templo viejito y al otro lado estaba la troje y luego ahí dieron clases de primera comunión temían que se cayera y lo cambiaron pero no lo han querido quitar porque está bendito”, dijo Elena.
“Aquí se cuida mucho porque dicen que hay un tesoro y gente viene y es retirada por el gobierno, yo no sé si haya tesoro pero lo único que te puedo contar es que no nos acercamos porque ahí asustan y para qué quieres”, agregó.
Este lugar enigmático botín de cazatesoros es lugar para que personas codiciosas lleguen con la encomienda de desenterrar el tesoro pero no hasta ahora no ha habido alguien que lo pueda sustraer porque se dice que temen ver a quien lo cuida.
