León Gto.- María Antonia Gutiérrez Mares realizó una promesa a nuestro señor Jesucristo, por lo que esta cuaresma salió a comprar todo para realizar el altar a la Virgen de Dolores. Vestida de fraile y con una corona de espinas, pidió por la santificación de todos los sacerdotes y que florezcan más vocaciones sacerdotales.
Como ya es bien conocido, la cuaresma comienza con el miércoles de ceniza, por lo que María Antonia, decidió en estas festividades mostrar su devoción al prometer vestirse como un fraile, esto en favor de sus intenciones, en las cuales asegura pide para que los más jóvenes se interesen por la religión.
“Llevo un escapulario de nuestro padre San Francisco, que cuando uno profesa, a uno le ponen el escapulario y este tiene una oración que dice: este santo escapulario que es signo de penitencia, me ayude a conservar siempre la pureza de conciencia. También llevó puesto este cordón, que lleva la oración: ciño a mi cuerpo este bendito cordón para tener mis pasiones en saludable prisión”, mencionó.
La vecina de la colonia Los Angeles II, asegura que orgullosamente viste de esa forma y porta su corona de espina para dar a conocer su gran pasión por las tradicionales festividades de la iglesia católica.
“Mi humilde promesa la ofrezco también por la santificación de todos los sacerdotes y para que florezcan muchas y más vocaciones sacerdotales, especialmente la de los frailes menores”, agregó.
Además, invitó a los leoneses a conocer y continuar con todo lo que representa la cuaresma, así como ofrecer una oración y vivir los siete dolores que sufrió la Santísima Virgen.
JÓVENES PIERDEN LA TRADICIÓN DICE MARIA ANTONIETA
“Yo opinó que principalmente que la devoción nos lo inculcan nuestros abuelos, luego nuestros padres, entonces hay que seguir con esa devoción, no hay que dejarla perder, aunque los hijos nos digan: para qué haces altar, para qué regalas agua; hay que seguir con esa devoción, porque con las devociones se alimenta nuestra santa madre la iglesia católica”, mencionó María Antonia luego de preguntarle sobre los jóvenes que dejan perder estas tradiciones.
“Les pido que recen mucho por su familia, que pidamos de corazón su conversión y que tarde o temprano nuestro señor va a escuchar nuestra humilde oración, al rato a lo mejor no lo vamos a ver, pero primeramente Dios ellos van a seguir nuestra devoción”, finalizó.