León, Gto.- Con una marcha de silencio, veladoras, rosas y claveles en color blanco, las familias defraudadas por casas remate caminaron con lonas en mano para exigir justicia por su abogado.
Fue alrededor de las nueve de la mañana que los afectados se reunieron en la Central de Abastos para llegar a las inmediaciones de la Fiscalía Regional A, para buscar un encuentro con el fiscal Joel Romo para conocer su proceso jurídico luego de la muerte de Juan José Hernández Torres quien fue localizado sin vida el pasado 05 de enero en un camino hacía la comunidad de Otates.
Del mismo modo, llegaron para pedir a las autoridades el esclarecimiento de la muerte de Juan José porque a decir de los afectados “más que su abogado, lo consideraban su amigo”, pérdida humana que ha afectado hasta su salud emocional y psicológica.
“Está situación que estamos viviendo nos llena de tristeza, hay algunas personas que no hemos podido dormir, hay mucha incertidumbre en cada uno de nosotros. Sabemos que las investigaciones continúan en el caso de nuestro abogado. No queremos culpar a nadie, sólo queremos justicia”, expresó uno de los afectados.
En comparación con otras manifestaciones, las víctimas del presunto fraude inmobiliario caminaron en silencio, sin decir ni una sola palabra con cubrebocas, lentes y cachuchas para pasar desapercibidos.
MONTAN ALTAR AFUERA DE FISCALÍA
Una vez llegando a la Fiscalía ubicada en Ciudad Industrial montaron un altar con la fotografía de Juan José Hernández Torres, las veladoras las encendieron y en medio quedó la fotografía del hombre de 43 años de edad en la cual tenía un semblante de felicidad mientras que en las lonas también con su rostro impreso traían la leyenda “Exigimos justicia”, “Queremos seguridad” así como “Honestidad y esclarecimiento para defraudados”.
El caso se volvió mediático a principio del año 2023 porque empezaron 15 denuncias, sin embargo, estas aumentaron hasta llegar casi a 500 fraudes en donde un grupo de asesores vendían casas a través de Facebook a bajos precios.
Algunas de ellas se remataron hasta en tres ocasiones con costos de 270 mil pesos hasta más de 700 mil pero algunas familias se “hicieron de tres viviendas” por lo que el monto es de más de 1 millón de pesos.
La mayoría, si no es que todos, pidieron préstamos en bancos para pagar la vivienda, ellos se quedaron con la deuda y sin su vivienda.