León, Gto.- “Sin agua no hay vida”, así lo dijo Gerardo Navarro Cruz un trabajador del campo quien este año solo va arar la tierra para que no se pegue porque a falta de lluvia los pozos no se llenaron y no habrá cosecha.
“Esperábamos las lluvias desde mitad de mayo y no hubo nada, nosotros no vamos a cosechar porque los pozos están vacíos y no tiene caso gastar los granos que de por si están caros para que por falta del agua no se dé frutos”, comentó Gerardo Navarro.
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Explicó que los que sí están sembrando son los ejidatarios que tienen sistema de riego o los que tienen sus hectáreas junto a riachuelos de aguas negras ya que de ahí van haciendo caminos para distribuir en los surcos.
De acuerdo con el Informe de Vulnerabilidad por el Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, en el país hay un millón 753 mil 878 hectáreas sembradas, las cuales están catalogadas como en áreas de riego que no han podido ser cosechadas por la falta de agua, Guanajuato representa alrededor de 10% que están por abandonarse.
En un recorrido realizado por El Sol de León por Santa Rosa Plan de Ayala, se percató que varios ejidatarios ya comienzan invertir en un sistema de riego para no perder sus tierras.
En cambio, por el camino a Santa María Auxiliadora ya comienzan a verse hectáreas desperdiciadas que a decir de los trabajadores han sido abandonadas por la falta de lluvia y los ejidatarios ya no pueden mantener económicamente los espacios.
Algunos con la esperanza de que llueva a más tardar a mediados de julio, buscan la opción para labrar sus tierras hasta que los pozos se llenen y así regresar a sembrar maíz y sorgo.
“Imagínate si el grano de arroz cuesta alrededor de 3 pesos y en bodega te lo dan arriba de nueve, dime qué ganamos”, dijo un trabajador que prefirió el anonimato.
A decir de los habitantes, los terrenos vacíos llenos de hierba y algunos de basura se han convertido en espacios para delinquir.
“Al no llover, la gente va abandonando sus hectáreas, ahí se quedan olvidadas pero sí son un riesgo para los demás porque sufrimos de robos”, finalizó Julio Vázquez.