León, Gto.- A pesar que ya comenzaron las obras en Barranca de Venaderos, vecinos batallan por falta de escuelas, transporte urbano ineficiente, no cuentan con servicio médico cercano, no hay áreas de recreación y los terrenos son irregulares.
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La falta de atención ha generado que los habitantes acumulen otros conflictos como los terrenos irregulares y la ausencia de servicios de agua potable y drenaje en la zona.
El Municipio, les manda pipas de agua una vez a la semana que no son suficientes, como es el caso de la señora Luz Elena Robledo Martínez que tiene seis hijos y el agua almacenada en tres tambos le alcanza para cuatro o cinco días máximo.
“El agua que tengo es para lo más necesario, lavar ropa, trastes, comida y la vamos reciclando”.
Las señoras Ma. de Lourdes Murillo, Luz Elena Robledo Murillo, Ma. Isabel Razo y Ma. de Lourdes Navarro coinciden que el mayor problema en Barranca de Venaderos es la falta de escuelas ya que solo hay dos, una ubicada en León II y otra en la comunidad “El Ranchito”.
Para poder trasladarse a las escuelas los niños y madres de familias deben caminar más de 30 minutos para llegar a “El Ranchito”, para los que van a estudiar a León II deben usar camión si no quieren caminar más de 45 minutos.
En el caso del transporte público, solo pasa la ruta 16 y tarda más de una hora en hacer el recorrido, no es directo, tienen que trasladarse en una base de León II para poder llegar al centro, vecinos piden que autoridades intervengan para que sea un traslado directo.
Esta deficiencia del transporte ocasiona que personas que acudan a una cita al Instituto Mexicano del Seguro Social ubicado T-21, en la colonia San Miguel u otra clínica retirada tenga que perder citas como es el caso del señor Juan Manuel Carranza que trabajaba como albañil, sufrió una caída y perdió dos citas porque no podía pagar un taxi y el camión tardó en pasar, en el seguro le explicaron que era conveniente volver a tramitar sus citas.
En el caso de las áreas de recreación, habitantes comentaron que hay terrenos de donación, sin embargo están llenos de basura y no pasan de ser lotes baldíos.
“Los niños corren entre el polvo, la hierba y la basura, no hay un lugar donde haya jueguitos como se ve en otras colonias, con sombritas y hasta banquitas para sentarse uno, poco a poco ha ido cambiando Barranca de Venaderos pero falta mucho por hacer”, mencionó la señora Ma. de Lourdes Navarro.