Cempasúchil, la flor más bonita de México y también se produce en Guanajuato

La flor que guía a los muertos, símbolo de vida y muerte para los mexicas, se cultiva en Guanajuato y otros estados

Rosario Horta / El Sol de León

  · viernes 1 de noviembre de 2024

Conocida por sus colores vibrantes, su producción es una tradición que sigue floreciendo / Francisco Carmona/ El Sol de León

León, Gto.- La icónica flor de Cempasúchil, considerada la más bonita de todas en el país, se da en los estados de Guanajuato, Hidalgo, Tlaxcala, Morelos, San Luis Potosí, Michoacán, Puebla y Estado de México debido a que cuentan con las mejores condiciones de suelo y clima para su producción.

En la entidad, esta flor se cultiva en los municipios de Guanajuato capital, Apaseo el Grande y Comonfort. La flor brota después de la temporada de lluvia.

De acuerdo con Karina Muñoz Villalobos, quien trabaja como florista, señaló que toda flor que se vende es mexicana porque tiene características únicas; es decir, se vende en racimos y no en macetas como las chinas, puede crecer hasta un metro, es más voluminosa y sus colores son vivos e intensos.

“Este año fue difícil debido a que hubo lugares como Estado de México donde llovió demasiado y no se dio la cempasúchil y, por lo mismo, en otros estados aumentó su precio. Aquí nosotros nos vamos con quién dé mejor costo, y este año no vamos a traer la planta de Guanajuato porque está más cara y además salió más pequeña”, mencionó.

Y es que el racimo lo dan a 60 pesos, conservando los precios del año pasado porque la gente prefiere comprar la maceta, que en algunas zonas está a tres por 100 pesos.

A decir de Karina, en el caso de la garra de León, en todo México la más bonita se da en Guanajuato y de esta flor ya cuentan con pedido, pero llegará pasando la fiesta de San Judas Tadeo.

Cempasúchil proviene del náhuatl “Cempohualxochitl”, que significa “veinte flores” o “varias flores” y era considerada por los mexicas como un símbolo de vida y muerte. Se estima que en México hay 35 especies de las 58 en América.

Se cuenta que las tumbas y ofrendas se decoran con esta flor porque se cree que sus pétalos amarillos guían a los muertos al mundo de los vivos por su color y el aroma.

Xóchitl y Huitzilin, historia de amor

Xóchitl y Huitzilin comenzaron a sentir amor cuando eran niños; entre juegos y la convivencia diaria, se enamoraron. Siendo jóvenes, subían a la cima de una montaña a regalarle flores al Dios del Sol Tonatiuh, el dios del sol.

Pero la guerra llegó al pueblo y Huitzilin tuvo que ir a luchar, donde murió. Xóchitl quedó ahogada en un profundo dolor y fue a la cima de la montaña por última vez para rogarle a Tonatiuh que la uniera para siempre con su pareja. Con un rayo que lanzó Tonatiuh, la joven se convirtió en una flor amarilla. En aquel brote reposó un colibrí que era Huitzilin, y la flor se abrió en veinte pétalos.