[FOTOS] Albañiles: maestros de la mezcla y la cuchara

León, Gto.- Son artistas del cemento, sus días transcurren sobre andamios, entre cal y arena. Los distingue su esencia trabajadora y también su popular léxico. Este lunes 3 de mayo, son albañiles pero también son mamposteros, techadores, carpinteros de obra negra, yeseros, escayolistas, instaladores de pisos, azulejos, mosaicos y baldosas.

Este día,”los maistros” celebran a lo grande, no trabajan, pero se levantan igual de temprano para ir a escuchar la misa de acción de gracias, posteriormente, disfrutan de un festejo que sus patrones les realizan a manera de agradecimiento. Este 2021, las celebraciones se retomaron, pues el año pasado no pudieron hacerlo debido a la pandemia.

Creadores del “San Lunes”

Nicolás, jefe de una obra en la zona de las Joyas, dijo que los albañiles fueron los creadores del “San lunes”, una maña que no han podido erradicar ni en las grandes construcciones. “Se les dice que el horario es de lunes a viernes, o sábado, dependiendo el proyecto o el trabajo, pero es difícil erradicarlo y no se ha podido hacerlos cambiar de opinión y es que si faltan sólo se les descuenta el día y es todo”.

Hoy lunes, seguramente, en sus manos no cargaran una cuchara mezcladora…la cambian por una cerveza bien fría o una caguama “bien Elodia” (refiriéndose a helada). Y para acompañar, hay carnitas, arroz, frijoles, chicharrón de puerco y tacos dorados.

A los que bien les va, les regalan una mochila, o un kit de herramientas que utilizan en su labor diaria. A otros simplemente, les dan el día libre y ellos festejan con su familia, o se dedican a descansar.

Construyendo con pasión

Hipólito tiene 58 años, no quiso ser fotografiado. “No me gustan las fotos”, dijo mientras encaja una pared. Es originario de la comunidad de Albarradones, todos los días se levanta a las 05:00 horas de la mañana. Esta es su rutina.

“Me levanto a las cinco o poquito antes, tengo tres marranitos, les barro el chiquero, les doy sus desperdicios, para su comida, y su agua. Y luego ya me vengo. Salgo de mi casa a agarrar el camión. Y a ver que sale en el día.

Hipólito, tiene 40 años como albañil, antes trabajaba con unos arquitectos, pero desde hace cinco, todo cambió, él es uno de los tantos trabajadores de la construcción que a diario se dan cita en la Plaza de las Vigas en San Juan de Dios. Y ahí, espera a que “caiga algo”, “siempre cae algo”, dice.

Y agrega que para él es un orgullo, pues en estas cuatro décadas, el dedicarse a la albañilería, le ha dado todo para vivir con dignidad y “hasta comprarme una troca”, concluye sonriendo.

No todos le entran

Sin duda este es uno de los oficios, más pesados, Francisco de 32 años, dijo que por un tiempo él fue albañil, es egresado de La Universidad de Guanajuato, pero tuvo que entrarle de chalán para pagar la inscripción a la escuela, “solo fue en las vacaciones, para pagar la escuela, pero es muy pesado, cargar los bultos, el sol, las manos se te resecan con el cemento y la cal, te ampollas, es un trabajo muy duro”.

Hasta hace unos años, este oficio era exclusivo de hombres, las mujeres que trabajaban en las obras, era para barrer y limpiar las construcciones terminadas. A últimas fechas, también hay damas pegando tabiques y batiendo una mezcla. Las cifras en el estado de Guanajuato, revelan que son más de 2 mil las que laboran en las edificaciones.

La Santa Cruz

La fiesta de este 3 de mayo, se relaciona con el Día de la Santa Cruz, patrona de los trabajadores de la construcción. En México se señala que la celebración tiene como finalidad reconocer el trabajo que hacen los albañiles, fervientes religiosos, quienes en la parte superior de la obra que construyen colocan una cruz de madera que es bendecida y adornada ya sea con flores o con ornamentos de papel para proteger y bendecir a los “maistros” debido a que su trabajo es de alto riesgo y de un gran esfuerzo físico.