A lo largo de sus más de 70 años de trayectoria artística, Salvador Almaraz López logró realizar más de 50 obras, todas ellas importantes, todas ellas apreciada por las personas conocedoras y no de la pintura y el muralismo.
“Son 50 obras y cada una tiene su identidad, su sello y el amor que le tocó que le imprimiera cuando la estaba haciendo”, dijo Salvador Almaraz, en una entrevista concedida en 2017 a El Sol de Irapuato.
La primera obra fueron decoraciones en murales, pinturas de esmalte en un cabaret de las calles de Bolívar y Regina, en la ciudad de México, los cuales realizó en 1951.
En el Rancho del Artista, en 1952, realizó cuatro tableros con temas folclóricos de México, los cuales fueron destruidos con la demolición de esa estructura.
Realizó lo que llamó “Alegoría del vino” en una residencia de San Ángel, en la Ciudad de México, en 1954.
También llevó a cabo la decoración mural "Construcción de las pirámides de Egipto", en el despacho del arquitecto Vidales, en uno de los edificios de Insurgentes, en la Ciudad de México, obra que quedó destruida por la caída del inmueble en el terremoto de 1985.
En 1955 creó la pintura llamada “Danza moderna”, en una residencia del Pedregal de San Ángel, en la Ciudad de México, la cual era propiedad de la actriz Silvia Pinal.
También, en 1955, realizó la obra “La santísima trinidad” en el Templo de Nuestra Señora de la Salud, en la colonia Michoacana, en la Ciudad de México.
Para 1956, Salvador Almaraz hizo su obra que tituló “Alegoría”, en una residencia de la colonia Viaducto Piedad, y ese mismo año creó otras dos, tituladas “Danza de México” y “Alegoría del vino”, así como cuatro murales decorativos en el restaurante-cabaret "La fuente de insurgentes", todas en Ciudad de México.
“La primavera” fue la primera obra que hizo en 1957 en Irapuato y fue en una casa particular, además de que en ese mismo año creó “La tierra de las fresas” y “El ángel”, también en su municipio.
“El padre eterno” fue un acrílico que hizo en 1958 en la Iglesia de la colonia Bondojito, mientras que para 1960 creó la obra “Las apariciones guadalupanas”, en la Iglesia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, en la colonia Narvarte, en Ciudad de México.
En 1968 creó su obra más importante, el mural Las Revoluciones” en la Presidencia Municipal de Irapuato.
No fue sino hasta 1979 cuando creó “Síntesis de la historia de Coahuila” en el Palacio de Gobierno del Estado, en Saltillo, mientras que para 1981 creó el mural del nuevo Palacio de Justicia del Estado de Coahuila.
En Tuxpan, Veracruz, creó la obra “Amistad México-Cuba em 1982, para 1985 creó otra de sus obras magnas, el mural de piedras que está en el Centro Histórico de Irapuato, conocido como “Los Orígenes”.
En 1989 creó otro mural de mosaicos en Xalapa Veracruz, y en 1992 hizo lo mismo, pero ahora en el Centro Cultural y Social de Coyoacán.
En 1993 hizo otro mural con piedras de colores naturales y que donó al Museo de Irapuato, además de que entre 1998 y 2000 realizó siete murales transportables que están en el edificio del partido Movimiento Ciudadano, en la Ciudad de México.
En 1997 creó el mural que está en la Casa de la Cultura, con motivo de los 450 años de la fundación de Irapuato.
En 2003 creó el mural llamado “Hidalgo”, en la Presidencia Municipal de Abasolo, mientras que para el año 2010 creó la obra “Homenaje a las razas humanas”, en la troje del Museo de Irapuato, mientras que para 2013 culminó la obra que realizó en el silo del Templo de Rancho Grande.
En 2015 culminó la obra Obelisco, que está en el Parque Irekua, la cual fue su obra número 50 en su trayectoria.
También se suman cinco murales en Cuba y uno más en el que colaboró en Chile, al lado de su maestro, Jorge González Camarena, en la Universidad de Concepción.