El dirigente estatal electo del PAN, Eduardo López Mares aseguró que la permanencia del panismo en la entidad se mantiene, y prueba de ello son los resultados del pasado 6 de junio, donde la ciudadanía refrendó su afinidad por que gobiernen candidatos emanados de partido blanquiazul en el estado.
En entrevista señaló que México se encuentra en una crisis, al atribuir los resultados al partido de Morena, por lo que temas como la pandemia por Covid-19, la afectación económica e inseguridad son factores determinantes para que el PAN, de la mano con la sociedad retome el rumbo del país.
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Aseguró que Guanajuato es un estado determinante en la vida política del país, el cual se ha refrendado con los 30 años de gobierno del partido Acción Nacional, por lo que destacó que uno de los grandes retos como panistas es que desde Guanajuato se transforme al país.
“El 6 de junio la ciudadanía refrendó la confianza en los gobiernos de Acción Nacional, el pasado 6 de junio, nos dijeron, y la muestra está ahorita en la toma de protesta de los 21 diputados de los 22 posibles y esa es la confianza ciudadana que está depositando los gobiernos en Acción Nacional”, refirió.
Aseguró que los Guanajuatenses “le están dando la espalda al señor presidente (Andrés Manuel López Obrador), Guanajuato no cree en el presidente López Obrador, Guanajuato no quiere a Morena y los resultados son muy palpables, ahorita la representación del Congreso del estado son 21 diputados de los 36, y esa es la confianza que nosotros tenemos como partido político”.
Eduardo López Mares enfatizó que AN ha logrado conformar los “mejores gobiernos”, lo que le implica ahora como dirigente estatal electo redoblar esfuerzos para que el PAN tenga una mayor representación en el país.
Es de recordar que fue en 1991 cuando el PAN llegó al poder luego del llamado “Ramonazo” que desbancó al PRI del poder, el entonces candidato del PRI, Ramón Aguirre Velázquez, renunció a la gubernatura (quien ganó las elecciones), luego de un movimiento social encabezado por Vicente Fox Quesada que reclamaba un fraude electoral.
A dicho acontecimiento histórico se le conoció como La Concertacesión, luego de que el presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, aceptó entregar el gobierno a Carlos Medina Plascencia del PAN a cambio de concluir con las manifestaciones. El panista llegó al poder el 26 de septiembre y lo entregó el 25 de junio de 1995 a Vicente Fox Quesada.
