Don Bárbaro Hermosillo es el nombre del leonés que dejó legado en la ciudad, nato en la zona Centro, fue el pionero de las nieves de San Juan de Dios ¿Sabes cómo? A bordo un triciclo. ¿Quieres saber más detalles? ¿Con cuáles sabores comenzó? Te lo vamos a contar.
Hoy este lugar puede ser uno de los más aptos mientras estás de vacaciones, pues aunque sea temporada de frio, nunca se le niega una buena nieve a nadie..
De acuerdo a uno de los cuatro nietos de don Bárbaro, Jorge Hermosillo, quien atiende las nieves más antiguas del barrio denominadas: “Nevería Don Marcos e Hijos”, su abuelo fue el iniciador de las nieves hace unos 80 años.
Don Bárbaro preparaba la nieve para salir a venderla alrededor de las calles del barrio, sólo hacía de vainilla y limón, hasta que su hijo, el señor don Marcos, comenzó a vender en el jardín a un lado de un puesto de tunas, eran los únicos dos de la zona.
“Nos contaba como la vendían porque antes mi abuelo –decía mi papá- que andaba en un triciclo o algo que lo moviera sólo aquí en San Juan de Dios. Luego empezó mi papá a la orilla del jardín, desde la mañana con su puesto”, comentó.
En los locales empezaron ya después, pues en un tiempo hubo muchas fritangas como tacos, duros, guacamayas, aguas frescas, hasta que comenzaron a instalarse los establecimientos de las nieves y con ello, aumentaron los sabores.
En las nieves de Don Marcos conservan la tradición, pues aunque es los demás locales se han modernizado para darle un mejor servicio a los clientes, ellos prefieren seguir haciéndolas a mano, aunque el proceso sea más tardado.
“Todavía le echamos leche bronca, no le echamos nada de lo que es para conservadores, usamos hielo, sal, leche bronca, agua natural, fruta natural, todo natural”, comentó.
Las nieves de San Juan de Dios son toda una tradición de León, ahora se pueden encontrar sabores exóticos como “Beso de ángel” o de tequila, queso, kiwi, durante todo el año. Ya son historia.
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