Durante la homilía La Catedral Basílica Metropolitana de la Madre Santísima de la Luz, el Arzobispo de la Diócesis de León, Alfonso Cortés Contreras, con respecto al aborto, dijo que la vida es un regalo, un don que sólo Dios da y quita, motivo por el que la sociedad debería sentirse avergonzada de creer que tiene el derecho de “matar a una criatura en el seno de su madre”.
Cortes Contreras destacó que la vida es sagrada, “desde el momento de la concepción hasta la muerte”, esto no sólo al referirse al aborto, luego de que la semana pasada, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró inconstitucional la penalización del aborto.
“Todos queremos salvar la vida, por instinto, si nos viene un peligro para defenderla, en un accidente (...). Nosotros no somos dueños, somos responsables de nuestra vida”.
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Dijo que la vida es un regalo, que no se compra, pero además el ser humano tiene una dignidad que le viene de Dios, “la vida es un don que ha dado y por lo tanto tenemos la obligación de respetarla, de cuidarla”.
Lo espiritual es aquello que no es material como la justicia, la paz, el respeto a las personas, el respeto a la vida, pero que la sociedad necesita independientemente de la religión.
“El tema del aborto, de este pecado que deberíamos avergonzarnos como sociedad (....) de matar a una criatura en el seno de su madre”, puntualizó
Se debe tener cuidado de la mujer y de la madre, “imagínense en qué posición quedan miles y hasta millones de criaturas que nacen fuera del matrimonio en México, aquí es algo terrible. Quedan a la deriva sin ningún derecho de vivir, ¿quién defiende su vida?”,
No se trata de peleas sino de ser conscientes que se debe defender la vida “necesitamos educarnos y hacer una cultura de la vida, porque estamos ante la cultura de la muerte, no sólo con la violencia, sino con las leyes”, aseveró.
Es necesario que se cree conciencia y basta ir a la ciencia, a la filosofía, a la cultura para saber lo que esto representa porque “una nación que no respeta la vida está acabada”.
“Que Dios nos de esa sencillez, ese amor por tener una cultura de la vida, la cultura de la vida es la familia, el trabajo, los derechos humanos, la dignidad del ser humano, la dignidad de la mujer, la dignidad de la paternidad y la maternidad, es la dignidad de una sociedad que debe tener rostro humano, de amor y de justicia”, puntualizó.
El Arzobispo también se refirió a la eutanasia que significa buena muerte, pero ¿quién decide cuándo?, sólo Dios y por otro lado, destacó que el matrimonio debe ser entre hombre y mujer.