León de los Aldama: de fuertes inundaciones por sus ríos a arroyos secos

Fueron sus ríos los que destruyeron la ciudad al menos en cuatro ocasiones con inundaciones históricas, ahora casi no llueve

Christian Rendón | El Sol de León

  · lunes 5 de junio de 2023

En la temporada de estiaje, la gran mayoría de estos se encuentran sin escurrimientos, es decir, secos./ Foto: Francisco Carmona | El Sol de León

León, Gto.- De los 38 arroyos que el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (Sapal) tiene bajo su resguardo en la mancha urbana ninguno lleva agua, pero se formaría uno nuevo de León a Morelia de más de 202 mil metros con los cauces naturales saneados durante el primer cuatrimestre del 2023, donde se recolectaron 6 mil 554 toneladas de basura que equivalen a 586 camiones de carga.

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León tiene historia con sus arroyos y ríos. Fue el de La Soledad, que se ubicaba a un costado de lo que ahora es el Santuario de Guadalupe, el que se tomó como referencia para que se creará la Villa, pero también fueron sus ríos los que destruyeron la ciudad al menos en cuatro ocasiones con inundaciones históricas, desbordados por las fuertes tormentas que caían en León que hoy han desaparecido de manera drástica. En León casi ya no llueve.

El director del Archivo Histórico Municipal de León, Rodolfo Herrera, recordó estos acontecimientos que se tienen documentados desde el año de 1576.

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“Ese fue la referencia para que se creara la Villa de León en 1576, se dice que frente a un cerrito donde pasaba un arroyo se tomó como referencia para ubicar lo que era la casa de los españoles y posteriormente ese arroyo también se encuentra en varios documentos donde citan que el agua que pasaba por ese lugar se aprovechaban para las huertas donde ahora es la colonia Los Limones”, dijo.

50 ANIVERSARIO DEL DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE

Este 5 de junio, se conmemora el 50 aniversario del Día Mundial del Medio Ambiente, celebrado por las Naciones Unidas desde 1973, con la finalidad de crear conciencia en la sociedad sobre el cuidado del agua, árboles, áreas verdes, así como la importancia de reciclar y utilizar productos y el uso de vehículos no motorizados.

León cuenta con la historia de otro arroyo que atravesaba por el centro de la ciudad, incluso quedó debajo del Mercado Aldama y que es conocido como “El Mariches”.


A partir de 1930 se fue embovedado porque ya empezó a recibir más descargas de los drenajes, entonces los malos olores sobre todo en tiempos de calor hacían muy desagradable el paso por ahí y las administraciones lo fueron tapando y ahora sólo queda en las memorias de las personas que lo ubican, pero por debajo de la Miguel Alemán.

También existió el río de El Coecillo, que luego fue nombrado el río de León y en el siglo XIX se le comenzó a conocer como el Río de los Gómez y la gente lo utilizaba para lavar, pescar, nadar y hasta para bañarse como se ve en las películas de antes.

“Ese lo utilizaba la gente para ir a lavar, para ir a divertirse, se metían los niños a bañarse, a nadar, a pescar y hay unas anécdotas que cuando llegaba el agua de parte de la sierra, se escuchaba el ruido del agua entonces decían ‘córranle porque ahí viene el agua’ y a quien lo agarraba el cauce del río se lo llevaba la corriente”.

Ese río ha generado dos grandes inundaciones en León, la de 1888 y 1926 que destruyeron la ciudad de manera devastadora y fue en 1804 cuando se construyó el Malecón del Río de los Gómez.


Ahora, como parte del Convenio de Colaboración CONAGUA-Municipio de León, Sapal tiene el resguardo de 38 arroyos de la mancha urbana: Alfaro, Arado, Blanco, Calvillo, Campo Verde, Cerritos, Chichihuas, Ejido, Granizo, Hondo, Hueso, Indias, Int. Ejido, Las Joyas, Juache, Patiña, Tinaja, Langostas, Liebres, Magisterial, Mandarinas, Mulas, Mulitas, Naranjos, Otates, Penitente, Pitayo, Salto, Reserva, Rizos, Saltillo, Potrero, Sardeneta, Tajo de Santa Ana, Marisanto, Muerto, Los Gómez y Mariches.

La función principal de estos arroyos es controlar avenidas para prevenir inundaciones. En la temporada de estiaje, la gran mayoría de estos se encuentran sin escurrimientos, es decir, secos. Cuando están en estas condiciones, Sapal interviene en ellos con limpieza y desazolve.

Estas actividades ayudan a ampliar la capacidad de los arroyos, lo que permite una mayor conducción de agua de lluvia durante las tormentas. Cuando llega la temporada de lluvias, Sapal en coordinación con Protección Civil, monitorean sus niveles para prevenir riesgos en la población.