.JPG "1F CARMONA COMCE (2).JPG")
León, Gto.- Un total de 20 empresas de medianas a grandes de la región Bajío, dejaron de ampliar sus plantas debido a los problemas por la situación que México atraviesa con respecto a la Reforma Eléctrica, compartió el presidente del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior Investigación y Tecnología (COMCE), Francisco Javier Méndez Aguiñaga.
El representante del sector exportador comentó que muchas de esas empresas son de capital extranjero y pertenecen a los sectores metalmecánico, autopartes, aeronáutica, al igual que acero y aluminio.
Dijo que algunas de esas empresas tenían planeado ampliar al 100%, lo que representa que querían duplicar su tamaño, mientras que otras buscaban ampliarse del 30% al 50%.
.JPG "F CARMONA COMCE (1).JPG")
Comentó que algunos de los representantes de dichos sectores les compartieron que tenían planes de expansión, pero al no tener certidumbre en la cuestión política con respecto al manejo de la energía, optaron por mantenerse a la expectativa.
“Porque donde se llegase a aprobar una Reforma de esta naturaleza es más fácil que esas empresas utilicen la inversión que iban a hacer para ampliar, para abrir una planta en un país donde les permitan utilizar y demandar energías limpias”, mencionó.
El líder exportador dejó claro que hubo otras empresas del sector autopartes que han apostado por la ampliación en sitios como Guanajuato y Lagos de Moreno.
COMCE abarca Guanajuato, Querétaro, Aguascalientes, San Luis Potosí y en algunos casos Jalisco y brinda certificaciones a nivel internacional.
Méndez Aguiñaga reconoció que en cuanto a las políticas públicas del Gobierno Federal, no tienen suficientes incentivos para atraer la inversión, por lo que México compite con países como Colombia, República Dominicana, Guatemala, donde sí hay facilidades.
Aseguró que el gobierno ha endurecido los instrumentos de facilitación a las empresas para operar en México, como el programa IMMEX que se utiliza para que las empresas importen insumos, materias primas, partes, componentes, activo fijo, lleven a cabo sus procesos productivos, hagan la transformación y después exporten.
Hay una sobre burocracia, una serie de requisitos para que se otorgue y una vez que se tiene para mantenerlo, de los contrario lo cancelan.
“Por otra parte, hay sobre burocracia en diversas dependencias federales para que se otorguen permisos para importar y exportar; los tiempos se han alargado, lo que antes en pre pandemia tú sacabas un trámite que requería por parte de las autoridades de Sagarpa o de la Semarnat te lo daban en dos semanas, ahorita se puede llevar dos meses”.
A pesar de todo, los empresarios exportadores están preocupados por la situación porque si en el mundo o los países que están en el Acuerdo de París, deciden que para combatir los efectos de la huella de carbono, se genere un arancel, esto podría dejar su competitividad de lado.
“Si puede llegar a darse de que no muy lejos se pudiera llegar a determinar un arancel para los bienes que no se lleguen a fabricar con energías limpias. De hecho ya hay certificaciones sobre todo en Europa, incluso más que en Estados Unidos, que cuando alguien te quiere comprar te lo pone como una condición”, recalcó.
La preocupación radica en que si se impone un arancel en el ámbito gubernamental, se afectaría al sector exportador mexicano aunado a las cuestiones de logística por las que atraviesa el mundo.
“En caso de llegarse a aprobar la Reforma Eléctrica sería una barrera muy importante para los exportadores, que pudiera dejar a muchos de ellos fuera de competencia, entonces en lugar de crecer, con un arancel de esa naturaleza dependiendo del monto”, precisó.
A pesar de todo este año el sector exportador buscará que las cosas resulten de la mejor manera posible, salir adelante y encontrar nuevas áreas de oportunidad, concluyó Francisco Javier Méndez Aguiñaga
