León, Gto.- “La fiesta de los panecillos”; es una tradición en el Barrio Arriba, las personas compran panes, llegan a misa con ellos, los bendicen y posteriormente los comen o los regalan a enfermos.
La panadería Muñoz cuenta con más de 80 años de antigüedad, de generación en generación van aprendiendo el oficio de panadero artesanal y es la misma receta que usa el señor Tomás Muñoz.
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Las familias de la colonia Obregón o mejor conocida como el tradicional “Barrio Arriba”, todo el año compran su pan pues aseguran que son hechos con amor y con una excelente calidad, sin embargo, cada 10 de septiembre llegan con canastas adornadas con flores, servilletas y listones para comprar sus panes, y llegar a la Parroquia del Señor de la Salud para que el alimento sea consagrado.
María Cruz Muñoz, dueña de la tradicional panadería explicó que cuando empezaron a realizar los panes solo había nueve puestos y diez con el de ella, sin embargo, la tradición de expandió y ahora hay más de 100 de personas que llegan desde Silao, Pénjamo, Guanajuato y Salamanca.
“Aquí nunca dejamos de trabajar, gracias a Dios las personas siempre llegan con nosotros porque les gustan nuestros panes, tenemos, conchas, orejas, polvorones, cuernitos, donas para todo tipo de gusto”, platicó.
La preparación de los panecitos
La preparación de algunos de los panecillos comienza desde tres días antes a excepción de las conchas que tienen que elaborarse en el mismo día ya que suelen hacerse duras con el paso de las horas.
Aunque lo tradicional es el pan de agua, también hacen polvorones, empanadas, donas para satisfacer el paladar de los devotos.
Lo primordial es mezclar todos los ingredientes, luego amasar, en este paso se comienza la fermentación, se desarrolla el tamaño y se produce la aireación de la masa, luego sigue la fermentación que hace que la masa crezca, luego se forma el pan, hay otra segunda fermentación y se hornea.
Este año las ofertas de panecillos será de 10 pesos por tres piezas y las conchas a cinco pesos porque son más laboriosas de hacer.