En el primer domingo de Cuaresma, el arzobispo de León, llamó a la comunidad cristiana a examinar su proceder y revisar cómo se comportan ante las tentaciones. De éstas, dijo que la más peligrosa es la corrupción.
Alfonso Cortés Contreras afirmó que “la corrupción le puede suceder a todo ser humano, incluso a los que tratamos las cosas sagradas” y criticó que nuestro país se diga “no te preocupes de hacer el mal porque todo el mundo lo hace así, si quieres progresar en esta tierra, en este México, tienes que ser tu obra, no haga caso de moralismos, ni a la ética, ni a la Iglesia y dicen, ni a los curas; adelante, que no hay otra forma de progresar”.
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Agregó que “la tristeza grande es que el pecado esconde una supuesta felicidad que no dura mucho. Estoy convencido de que lo que se hace en esta tierra, en esta tierra se paga y eso no tarda mucho en llegar”.
El prelado mencionó que la corrupción es “la tentación el más grave porque de aquí depende el sentido que le damos a nuestra vida, para alimentarse. Quien no come, se muere; quien no bebe, se deshidrata y muere; quien no se alimenta de la palabra de Dios sucumbe ante la tentación, quien no se alimenta de los sacramentos, sucumbe ante el pecado; quien no invita a Jesucristo a su vida, termina en la muerte”.
Expresó que este “tiempo fuerte de Cuaresma es para examinarnos cómo andamos en las tentaciones; qué es de nuestra vida, con qué criterios obramos en nuestra vida y eso vale para todos: para un fiel bautizado, para un religioso para el clero y para el obispo”.
Dijo que la primera tentación es la “descristianización, la sociedad se está secularizando, está perdiendo la cultura cristiana” y puso como ejemplo que en las parejas “ella gane más que el esposo y a veces se da la actitud de ‘ya no necesito de ti’, o que un joven le diga a sus padres ‘de ustedes ya no necesito’ y entonces se da una ruptura”.
Convocó a unirse a través del alimento pero cuestionó que antes en los campos de cultivo se daba gracias a Dios y ahora “es producto de la técnica y de la tecnología. Antes cuando iniciamos los alimentos, agradecimos a Dios; ahora se está perdiendo el don de la gratitud”.
De la segunda tentación, entre escoger el bien el mal, se refirió al aborto. “La que decide matar a su criatura en su seno, dice ‘estoy obrando según mi conciencia’. Pues no es cierto, estás obrando exactamente por lo que te prohíbe tu conciencia y tú te das cuenta entre escoger el bien y qué estás haciendo el mal”.