La imagen en cuestión de minutos se hizo viral en redes sociales, en ella mostraba la escena de una niña paciente del Hospital de Ginecología y Pediatría No. 48 del IMSS observaba con admiración a través de la ventana las figuras que surcaban por los aires como parte del Festival Internacional del Globo.
Se trata de Jeivi Ariana de apenas 6 años de edad, quien desde hace más de 4 años padece síndrome nefrótico, padecimiento que en varias ocasiones le ha provocado acudir al hospital para internarse, debido al daño que presenta en los riñones, el paciente se hincha al retener liquido; su tratamiento consiste en eliminar este líquido para evitar que llegue a una terapia sustitutiva como la diálisis peritoneal.
Su madre Dolores Trujillo ha sido su ángel guardián, pues en todo momento ha estado al lado de su hija para hacerle frente a la enfermedad y cuenta las horas para que su princesa sea dada de alta y estar de regreso en casa.
Jeivi comparte cuarto con Anayeli Guadalupe, de 15 años de edad y quién desde hace dos años recibe tratamiento (diálisis peritoneal) por la insuficiencia renal crónica que padece; ambas niñas serán dadas de alta el próximo 20 de noviembre.
Las invade magia del FIG
El estar internadas para recibir el adecuado tratamiento no fue impedimento para que ambas niñas planearan levantarse temprano el segundo día del Festival Internacional del Globo, aunque este plan no salió como lo habían diseñado.
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La pequeña Jeivi fue la primera en despertar y al ver a su compañera Anayeli dormida, no quiso interrumpirla y se dirigió directamente a la ventana del hospital, en ella vio como diversas figuras volaban por el aire provocando un espectáculo multicolor; la doctora Andrea Padilla, quien se ha convertido en aliada de varios pequeños con algún padecimiento no dudó en capturar el emotivo momento con su celular, el cual quedará marcado en la mente de decenas de personas.
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Su madre cuenta como al despertar el no ver a su hija en cama provocó preocupación, pues pensó que se había levantado al baño si solicitar apoyo; al ponerse de pie vio como su hija ilusionada admiraba los globos aerostáticos, a lo que la doctora exclamó “mire ya donde está su hija”.