Como ya es una traición desde el siglo pasado, “Nuestro Padre Jesús”, santo peregrino originario de Comanja de Corona, Jalisco, ya llegó desde hace casi un mes a Peñitas y otras colonias aledañas.
Para los que saben en qué consiste la tradición de este santo consiste en que durante todo el año se la pasa peregrinando por diferentes colonias de León, principalmente populares, donde lo reciben con música, cánticos y muchas flores.
Lo diferente a otros santos es que, a él, que se caracteriza por su coloro morado o blanco, lo velan toda la noche, si no, cuenta la leyenda, que se desaparece al verse solo, pues según algunas personas ya se ha ido de algunos lugares.
Cada día cambia de domicilio, su visita comienza a las 3 de la tarde y mucha gente acostumbra a dar algo de comer, en las tardes y noches se le rezan rosarios o se le ofician misas y lo acompañan hasta grupos musicales para cantarle alabanzas.
También hay quien le apuesta a lo grande y le ponen danza o los tradicionales “toritos”.
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Los vecinos y las personas de la casa donde se queda lo velan durante toda la noche con cánticos religiosos característicos del santo.
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