Mamá Cuca tiene 100 de edad y camina por la calle hasta por una hora por su propio pie, no usa bastón y tampoco toma medicamento. Vive sana, disfruta del café y le gusta tejer chambritas.
Diario, como un “relojito”, se despierta a las 6:00 de la mañana, así lo ha hecho durante toda su vida.
El pasado 27 de diciembre, la señora María del Refugio Meléndez Zamarripa cumplió 100 años de edad, nació en 1919, el mismo año en que murieron 463 mil personas en México a causa del cólera y cuando asesinaron al caudillo mexicano Emiliano Zapata.
Mamá Cuca recuerda que los primeros años de su vida los vivió en la localidad Ciénega de Mata, situada en los Altos de Jalisco, por Lagos de Moreno, aunque sus familiares no están seguros de que ahí haya nacido.
Sin embargo, fue en la comunidad 20 de Noviembre, del municipio de Ocampo, donde se casó y tuvo a sus hijos con su esposo Pedro González Cabrera, quien ya tiene unos 27 años de fallecido.
Se casó a los 17 años y hasta los 50 vivió ahí donde se dedicó al hogar, pues tuvo 6 hijas mujeres y 4 varones, de los cuales ya enterró a 3 de ellos que murieron por causas “naturales”.
Tiempo después, cuando tenía unos 50 años, se mudó con su familia a León, a la zona de la 10 de Mayo, donde se dedicó a la siembra de papa hasta los 75.
Doña Cuca pudiera ser la protagonista de la novela del escritor Gabriel García Márquez “100 Años de Soledad”, pues con los nuevos miembros que han nacido de la familia González Torres, ya completaron las 5 generaciones familiares.
La mujer ha destacado en la vida por ser “una buena persona”, así la define su nuera Ma. Guadalupe Torres Ortiz, quien la conoce desde hace más de 70 años cuando ambas vivían en la comunidad 20 de Noviembre y quien hoy está a cargo de ella.
Cuenta que su suegra es una mujer que tenía un buen sazón, nunca tuvo un vicio, ni de cigarro ni de alcohol, y siempre “le ha entrado a todo”, menos al pan dulce, ese no le gusta, pues prefiere el bolillo para acompañar su café de las mañanas.
Se ha enfermado en algunas ocasiones pero nada de gravedad que unas vitaminas no solucionen.
La centenaria, ha superado por mucho el promedio de vida en México, pues de acuerdo al INEGI, en 1930 las personas vivían un promedio de 34 años, pero ella apenas tenía 19, sin embargo, en el 2016, el promedio de vida era de 75 años y ella ya tenía 97.
El sábado pasado, disfrutó de un rico mole con pollo y arroz acompañada de algunos nietos y bisnietos, escuchando música y recibiendo un siglo más de vida.