Las personalidades incomprensibles de varios de los personajes de las películas de Gus Van Sant, son un espejo de la forma propia en la que el director estadounidense se acerca al mundo, así lo expresó en la conferencia magistral que ofreció en el marco de la edición número 22 del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF).
Van Sant es serio pero le gusta tanto hablar de su trabajo que se pierde al momento de responder preguntas, ha dirigido al rededor de 20 títulos de películas en el que temas crudos, marginales y expresamente psicológicos son explorados siempre con la intención de crear nuevas narrativas y formas de hacer cine.
"Hacer una película es como ir al viejo oeste en un carroza, vas por un viaje placentero pero al final solo rezas por seguir vivo", aseguró el cineasta quien considera que a lo largo de una película la percepción sobre lo que se quiere va cambiando.
"Mis películas parecen tener esas similitudes, Drugstore Cowboy, El camino de mis sueños (My own private Idaho), eran películas que probablemente no iban a hacer dinero, siempre hay algo escondido sobre ellas y con Mente Indomable pasó algo parecido", expresó el director.
Siempre fiel a las propuestas independientes, El camino de mis sueños, le dio un nombre en la industria como cineasta y ello le abrió las posibilidades para "empezar a experimentar lo que quería hacer realmente", aseguró.
Entre los artistas con los que ha trabajado, se encuentra Nicole Kidman, Sean Penn, Matt Dillon, River Phoenix, y Robin Williams de quien recordó su talento y varios buenos recuerdos.
"Era increíblemente gracioso, si estuviera aquí los estaría intentando hacer reír, él tenía que hacerte reír fuerte, era una persona que podría matar a alguien por hacerlo reír, podía ser muy serio o bromeando, aunque conmigo era diferente porque quería que yo lo viera como un actor serio. Normalmente como director hago una toma y continuó con el trabajo, pero con él era diferente, hacía muchas tomas distintas en diferentes situaciones para poder elegir la mejor de todas ellas", recordó.
A la hora de trabajar con los actores, el cineasta intenta construir al personaje de la mano de su intérprete, "intento conocerlos lo más posible, trato de no hablar de los personajes, y dejo que ellos den sus ideas, lo encuentro muy útil, para que cuando lleguen al set lo encuentren muy natural".
Sobre el curso que está tomando el cine en la actualidad, "hice una película para Amazon y es confuso en el sentido de lo que hacen con ella, a donde va, para qué, no es como en los viejos tiempos en donde la ponían en un teatro y la veías, se están replanteando las cosas", y confesó estar interesado en seguir explorando personajes que nunca antes hubiese pensado que existieran.
El director recibió la Cruz de Plata de manos de Sara Hoch; para luego agradecer por el reconocimiento y a calidez de los sanmiguelenses, destacando que hizo un recorrido por viñedos y comunidades, e incluso el lugar en donde falleció uno de sus amigos.
Para el Festival Internacional de Cine Guanajuato es un gran orgullo poder ofrecerle un homenaje a este gran cineasta, quien ha demostrado ser capaz de llevarnos hasta regiones insospechadas de nuestra mirada y moldear una obra que se mantiene fiel a sí misma a pesar de los vaivenes industriales, otorgando un lugar de privilegio a la creatividad, los sueños, la extrañeza y las cualidades más inquietantes de la imagen en movimiento.