Sentencian a "El Marro" a 60 años de prisión

Un juez encontró elementos para declararlo culpable por el delito de secuestro agravado

Óscar Reyes | El Sol de Irapuato

  · viernes 14 de enero de 2022

Foto: Cortesía | FGE

Valle de Santiago, Gto.- José Antonio Yépez Ortiz, alias El Marro y quien fuera líder del Cártel Santa Rosa de Lima, el principal grupo dedicado al robo de hidrocarburo en Guanajuato, fue sentenciado a 60 años de prisión, pues un juez determinó que había elementos suficientes para declararlo culpable por el delito de secuestro agravado en contra de una empresaria guanajuatense.

Este viernes, en punto de las 13:00 horas, fue reanudada la audiencia en los Juzgados de Oralidad Penal de Valle de Santiago, la cual fue realizada de manera privada por seguridad del juez encargad del caso, además de que fue en modalidad virtual, pues El Marro está preso en el penal de El Altiplano, en donde espera también ser sentenciado por el delito de delincuencia organizada en su modalidad de robo de hidrocarburo.

La defensa de El Marro había pedido que la audiencia fuera celebrada en el municipio de Juventino Rosas, en donde presuntamente se pretendía ejercer presión al juez por parte de la base social que aún mantiene el Cártel Santa Rosa de Lima en esa zona, pero se determinó que se llevara a cabo en Valle de Santiago.

Una vez iniciada la audiencia, fueron expuestos todo y cada uno de los argumentos que indicaban que José Antonio Yépez había participado en el secuestro de una mujer empresaria que tenía sus negocio en la zona Laja-Bajío y que incluso la detención se dio tras el rastreo del equipo de telefonía celular que El Marro utilizó para cobrar su rescate.

Aunque la defensa de El Marro alegó varias violaciones en su detención, el juez determinó desecharlos todos y cada uno de éstos y tras decretado un receso, retornó para dictar sentencia de 60 años de prisión por el delito de secuestro agravado, que en Guanajuato alcanza una pena de hasta 90 años de prisión en la modalidad en que la cometió Yépez Ortiz, como fue en grupo de dos o más personas, de acuerdo a lo establecido por la Ley General para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro.

Además, El Marro tendrá que pagar una multa de 347 mil 520 pesos por concepto para reparar el daño causado.

Con esto, El Marro se convirtió ya no sólo en el primer líder criminal detenido durante el actual sexenio federal y estatal, sino también en el primero en ser sentenciado.

Su detención ocurrió el pasado dos de agosto, en donde en un operativo de inteligencia llevado en coordinación entre autoridades estatales y federales lograron su captura en la finca conocida como “Las Galleras”, en la comunidad de Franco Tavera, en Juventino Rosas, en donde además El Marro y sus cómplices atacaron a los elementos, por lo cual se les acusó por el delito de homicidio en grado de tentativa en contra de servidores públicos, por el cual incluso también fue vinculado a proceso y es otro de los juicios que le espera.

Además, en el plano federal también fue vinculado a proceso por el delito de delincuencia organizada en modalidad de robo de hidrocarburo y por ello espera también su sentencia en su celda del penal de El Altiplano.

Hace unas semanas, a El Marro le fue negado un amparo que promovió, debido a que el capo no pudo probar los malos tratos que supuestamente ha recibido durante su estancia en prisión; previamente había promovido otro amparo, pues argumentaba que le impedían la comunicación e incluso solicitó que le permitieran tener una televisión en su dormitorio, lo cual también le fue negado

Objetivo criminal

José Antonio Yépez fue considerado por el actual Gobierno Federal como uno de los objetivos criminales prioritarios, por ser uno de los delincuentes más sanguinarios de los últimos tiempos, sobre todo en la región considerada como su zona de influencia, en los límites de Guanajuato y Querétaro.

El nombre de El Marro comenzó a hacerse público desde mayo de 2017, cuando el entonces comandante de la 16/a. Zona Militar, Arturo Velázquez Bravo y quien actualmente es el encargado de la vigilancia de ductos de Petróleos Mexicanos en el país, dio a conocer que el principal ladrón de combustible era un sujeto a quien apodaba El Marro y quien tenía su zona de operación en la comunidad de Santa Rosa de Lima, en el municipio de Villagrán.

El Marro tiene más de ocho años operando, me extraña que no lo conozcan”, dijo en aquel entonces el general Arturo Velázquez Bravo, quien explicó que era tal el robo de combustible, que en una ocasión detectaron una manguera de más de 2.6 kilómetros de longitud conectada desde un ducto hasta una zona de almacenamiento.

En octubre de ese 2017, El Marro apareció en la escena nacional, al grabar un video con un grupo de hombres armados a su espalda, donde retaba abiertamente al Cártel Jalisco Nueva Generación para disputarse el territorio guanajuatense; ese mismo año, en Guanajuato se disparó el robo de combustible, pues Pemex reportó que fueron detectados mil 952 tomas clandestinas en el estado y comenzó, además, la escalada de violencia y homicidios dolosos por la pugna entre bandas rivales.

De ladrón de transportistas a líder criminal

De acuerdo con reportes de inteligencia y a los que Organización Editorial Mexicana tuvo acceso, la historia delictiva de José Antonio Yépez data desde 2005, pues en ese entonces se dedicaba al robo de transportistas y al trasiego de estupefacientes, pues presuntamente formaba parte de la célula criminal que Los Zetas tenían en Guanajuato.

En 2008, El Marro fue detenido por los delitos de robo de transporte y delincuencia organizada en su modalidad de trasiego de estupefacientes, pero fue liberado por presuntas violaciones al debido proceso durante su aprehensión y tras pagar una fianza, recuperó la libertad en 2010.

Tras salir de prisión, El Marro siguió delinquiendo en el robo a transportistas, hasta que en 2014, El Marro conoció a David Rogel Figueroa, alias El Güero, quien para entonces se dedicaba al robo de hidrocarburo a través de los ductos de Petróleos Mexicanos que pasaban por la zona de Guanajuato, sobre todo el Tula-Salamanca y el Salamanca-León.

Ambos formaron el Cártel Santa Rosa de Lima y pronto se asociaron con los hermanos Noe, Fabián y Luis Lara Belmán, a quienes apodan El Puma, La Vieja y El Tortugo, respectivamente, para realizar el robo de hidrocarburo a grandes dimensiones, incluso con la presunta complicidad de autoridades de la refinería de Salamanca, señalaron los reportes de inteligencia y que incluso forman parte de las invetigaciones en contra del extitular de Pemex, Emilio N.

El criminal que amenazó al presidente de México

En 2017, el Cartel Santa Rosa de Lima comenzó a cobrar notoriedad, sobre todo por hacer uso de las redes sociales para amenazar a sus rivales a través de publicaciones y videos, además por dejarles mensajes tras haberlos asesinado, ya fuera en cartulinas o lonas.

Inclusive, en 2019, El Marro presuntamente amenazó públicamente en dos ocasiones al presidente Andrés Manuel López Obrador; la primera, en enero y otra en abril de ese año, esto como aparente represalia por los operativos federales desplegados en su zona de influencia para detenerlo; en ese mismo año, El Marro se escapó en tres ocasiones, mientras que en 2020 fueron dos las que pudo librar er detenido por las autoridades estatales y federales que le seguían los pasos; fue hasta el sexto intento cuando el que fue señalado como el más importante y sanguinario criminal que ha tenido el estado fue detenido.

Su última guarida

Llegó a vivir en una finca de aproximadamente mil 300 metros cuadrados que podía verse no sólo desde la autopista Querétaro-Salamanca, sino incluso desde el satélite Google Maps, pues era la finca que no cuadraba con las otras viviendas de Santa Rosa de Lima; El Marro pasó de vivir en la opulencia al salto de mata.

La última finca en donde vivió El Marro y la cual fue cateada alrededor de las tres de la madrugada del domingo, no tenía los lujos que un día presumió el presunto líder del Cártel de Santa Rosa de Lima.

Se trataba de una finca modesta, ubicada a pie de carretera, y que como vecinos tenía a un costado un negocio de carnitas y por el otro a la Telesecundaria número 104 de Juventino Rosas; sin embargo, desde hace cuatro meses, el plantel está deshabitado debido a la pandemia y por las medidas sanitarias, el negocio de carnitas tuvo que cerrar; por eso nadie vio que quien entraba y salía de esa finca de los gallos en la reja de acceso era el líder del Cártel Santa Rosa de Lima.

Tras convertirse en uno de los criminales más buscados del centro el país, El Marro llegó a dormir en cuevas de la zona serrana de Juventino Rosas, muy diferente al resort que tenía en su casa que le fue asegurada durante las primeras acciones del operativo Golpe de Timón de marzo de 2019.

El Marro llegó a convertir en el triángulo Celaya-Villagrán.Juventino Rosas una red de escape que le permitían tomar por lo menos 15 caminos diferentes para perderse de las autoridades, mientras éstas eran detenidas por habitantes de poblados cercanos, los cuales quemaban vehículos como distractor, para que el líder del Cártel de Santa Rosa de Lima pudiera escapar.

El andar a salto de mata le impidió vivir en los lujos que un día tuvo. La finca en la que pasó sus últimos días en libertad no tenía las albercas o palmeras que tenía su otra residencia. Tampoco tenía los salones de reuniones que sí tenía su finca que le quitaron en 2019.

Apenas si había unos cuartos modestos y la señal telefónica es deficiente.

En esa finca, El Marro grabó varios de sus últimos videos que publicó en redes sociales, donde lanzaba amenazas a diestra y siniestra. Ahí también tenía secuestrada a la empresaria de Apaseo El Alto, por la cual pedían una fuerte suma de dinero para poder seguir pagando la nómina del grupo delictivo.

El mismo Alfonso Durazo, entonces Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, dijo que El Marro atravesaba por problemas financieros. Y no era para menos, pues antes de su detención la Unidad de Inteligencia Financiera le había congelado 35 millones de pesos al líder huachicolero. De la opulencia a la modestia, así fueron los últimos días de El Marro en libertad.