CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- “No hay nada que celebrar este Día de las Madres para mí, es como si estuviera de luto, se me van las ganas de vivir, me hace mucha falta mi niño, me arrancaron mi corazón definitivamente”, aseveró con lágrimas en los ojos, un semblante lleno de coraje y al mismo tiempo de profunda tristeza, la señora María del Carmen Vázquez Cruz, a quien le cambió radicalmente la vida desde el 22 de septiembre de 2019, luego de que su hijo mayor, Alejandro Peña Vázquez, quien era Policía Auxiliar, fuera privado de su libertad por hombres armados que lo sacaron del relleno sanitario Tinajitas.
Esta situación de angustia y profunda tristeza la viven muchas más madres de familia y es que, según los datos de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), al corte del 3 de marzo de 2021, en México existen 84 mil 130 personas desaparecidas o no localizadas, de los cuales, dos mil 399 pertenecen al estado de Guanajuato.
Dentro de las estadísticas, se encuentra la señora Vázquez Cruz, quien colocó un altar dedicado a Cristo crucificado y a la Virgen de Guadalupe, junto a ellos, hay fotos de su hijo desaparecido, una biblia, una veladora, flores rojas y el olor a incienso se encuentra impregnado en toda su casa.
REZA A DIARIO POR SU HIJO PERDIDO
Sentada en una banca de madera, en la cual diariamente reza junto a su familia para pedir por él y por todos los que se encuentran en la misma situación, platicó que su hijo fue privado de la libertad cuando tenía 24 años, e indicó que el 28 de abril cumplió 26 años.
Recordó que “mi hijo era muy alegre, llegaba a la casa para ayudarme con la comida, el mandado, el quehacer, ayudaba a sus tres hermanitos a hacer sus tareas y a todos los que lo necesitaban. Cuando era día de las madres, él siempre me cantaba una canción de Christian Nodal, me abrazaba y todos la pasábamos muy bien, a veces cantaba tan fuerte que gritaba y yo le decía que los vecinos iban a pensar que estaba borracho y no era eso”.
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“Ahora no hay nada que celebrar este Día de las Madres para mí, es como si estuviera de luto, se me van las ganas de vivir, me hace mucha falta mi niño, me arrancaron mi corazón definitivamente, ya no vivo igual, ya no está su alegría, su canto, no dan ganas de festejar nada, eso para mí ya se acabó. Me dicen que tengo a mis otros niños, sí, pero él era el mayor, mi apoyo y los necesito a todos conmigo”.
ALEJANDRO FUE EDUCADO EN VALORES
Dijo que Alejandro no tenía vicios, era deportista, vivía en unión libre y tiene un bebé. “Era el sustento de su familia, y a nosotros nos apoyaba mucho. También ayudaba a sus primos, pero, desafortunadamente, muchos de ellos no recibieron una buena educación, eso es primordial para guiar el destino de nuestros hijos, que sean buenos o malos depende de uno como madre, yo como mamá le enseñé valores, y cosas buenas”.
Reveló que algunos de los primos de su hijo se drogan, por lo que, él intentó ayudarlos para que dejaran los vicios, pero lo tomaron a mal. En este punto la señora Carmen suspiró con profunda tristeza y después de unos minutos externó que “fue un hijo de mi hermana quien se llevó a mi niño”.
“Un sobrino mío se dedica a la delincuencia, asalta a las jovencitas que salen de la escuela con cuchillo en mano, todo ese tipo de cosas. Un día antes el hijo de mi hermana me lo amenazó junto con sus amigos, me amenazaron a mi niño estando yo presente, mis niños presentes, me lo amenazó y de ahí pasó lo que pasó, ya no supimos nada de mi niño hasta el día de hoy”.
Indicó que su sobrino se encuentra detenido, ya que levantó una denuncia en su contra, pero hasta el momento no ha revelado en dónde está su hijo, ni qué hicieron con él. Por otra parte, refirió que en la Fiscalía General del Estado de Guanajuato (FGE) le han dicho que siguen trabajando en encontrar a Alejandro.
CARMEN SE UNIÓ A COLECTIVO DE BÚSQUEDA
También dijo que no pierde las esperanzas de encontrarlo con vida, pero tampoco descarta que ya no esté en este mundo, es por lo que, se unió desde hace más de un año a un colectivo de búsqueda llamado ‘Luz y Justicia’.
“No he podido ir a apoyarlas a hacer las búsquedas porque tengo a mis otros niños chiquitos y una amenaza contra ellos por parte de mi sobrino. Las integrantes del colectivo entienden mi situación y me dicen que no me preocupe, que ellas están para encontrar a todos sea como sea”.
Manifestó que cuando la amenazaron junto a su familia, pidió protección y las autoridades le mandaron patrullas, pero solo en dos ocasiones pasaron dos veces, después pasaron los días y volvieron a pasar, y luego de un año, no han vuelto.
Indicó que su hijo estaba estudiando la licenciatura en Derecho y entró a trabajar a la Policía Auxiliar porque lo dejaban ir a la universidad los sábados, no tanto porque le gustara. Recordó que cuando desapareció lo buscó en hospitales, en el Servicio Médico Forense (SEMEFO), en los lugares donde encontraban gente tirada y ahora en la Fiscalía, que es donde les enseñan las fotos de los que encuentran.
Finalmente, pidió a la población que, si saben algo sobre el paradero de su hijo lo den a conocer, “porque es un sufrimiento el no saber nada, ya no duerme uno igual, ya no come uno igual, ya no vive uno igual, se vive con la angustia de saber si está bien, si ya comió, si tiene agua, se vienen muchas cosas a la mente, estará vivo, ya me lo mataron, donde está, si saben algo que hablen y digan, es algo muy feo no saber realmente que pasó”.