Desde hace tres años, Carmelo Rea Juárez, habitantes de la comunidad de El Carrizalito, no ha podido sembrar en sus tierras, pues el derrame de combustible que afectó a su parcela de 10 hectáreas hizo que la tierra ya no produjera.
“Nada crece, apenas va germinando la semilla y se seca y todo fue desde que abrieron un ducto para robar gasolina, pero se les salió de control y nos llenó toda la tierra. Somos 15 productores, cada uno con 10 hectáreas y dijeron los de Pemex que nos iban a pagar, pero nada”, cuenta Carmelo Rea, quien solía sembrar maíz, espárrago y brócoli y ahora sus tierras no producen ni siquiera hierba para que pasten los animales.
Como Carmelo Rea, son 123 los guanajuatenses que han interpuesto una denuncia ante Petróleos Mexicanos (Pemex) por la afectación de sus tierras por derrames de combustibles, pero ninguna ha prosperado.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, son alrededor de 875 las hectáreas afectadas y que entrarían en un programa especial de apoyo para hacerlas productivas, pero tampoco llegó ese apoyo prometido desde el año pasado.
“Dijeron que iban a apoyar los de Pemex, que iban a lavar la tierra, pero no han venido”, dijo Carmelo Rea.
En 2018, Pemex se comprometió a dar atención a 875 hectáreas afectadas por derrames de combustibles, luego de que la Comisión Nacional del Agua interpusiera una denuncia ante la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente, pero la Empresa Productiva del Estado se amparó y no han podido dar atención a esas quejas.
Mientras tanto, los productores no pueden sembrar, pues sus tierras quedaron contaminadas, pues aún hay químicos del combustible en ellas.
De acuerdo con esas denuncias, los municipios más afectados son Irapuato y Villagrán, aunque también hay afectaciones en León, Silao y Salamanca, aunque en menor escala.
Limpieza cara
Cuando un derrame de combustible ocurre en un terreno de cultivo, la tierra queda en un estado casi de agonía, pues para que pueda recuperar sus nutrientes deben pasar unos 25 años para que vuelva a quedar ideal para sembrar.
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José Víctor Tamariz Flores, investigador del posgrado de Ciencias Ambientales del Departamento de Investigación de Ciencias Agrícolas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y uno de los estudiosos en el país de los daños causados por los derrames de combustible en terrenos de cultivos, aseguró que aunque existen técnicas para recuperar los nutrientes de las tierras en un periodo de tres a cinco años, hay dos problemas importantes a sortear: el primero, que durante ese tiempo la tierra queda inservible para sembrar; lo segundo, el alto costo que representa sanear esas tierras, de hasta 175 mil pesos por hectárea.
Pero, ¿cuáles son los daños causados por los derrames de combustibles? Existen por lo menos cinco tipos de afectaciones: incapacidad de los suelos de retener agua, puesto que por el compuesto químico del combustible hace que el agua no pueda filtrarse hacia la tierra. Otra es que a raíz de los gases derivados del azufre, óxidos e nitrógenos y dióxido de carbono afecta el crecimiento de las plantas, pues se aumentan los gases de efecto invernadero en la zona afectada.
El proceso de recuperación es tardado, pues primero se necesita solidificar la humedad que dejan los derrames de combustibles en las tierras, proceso que tarda hasta un año en poder lograr hacer piedra el combustible que queda en la tierra. Luego, lavar la tierra para eliminar los gases y químicos y posteriormente, aplicar nutrientes para que se recupere la tierra.
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