IRAPUATO, Gto. (OEM-Informex). Los bares y las cantinas han sido uno de los sectores económicos más golpeados por la pandemia de Covid-19, al grado de que en el estado la mitad de los establecimientos que había hasta 2019 tuvieron que cerrar de manera temporal o parcial a causa de esta situación.
Javier Quiroga López, presidente de la Asociación de Bares y Cantinas de Guanajuato, explicó que entre 2020 y 2021 han cerrado 600 establecimientos de los mil 200 que había hasta antes de la pandemia de Covid-19 y señaló que han sido un sector que no ha podido recuperarse del todo de las afectaciones económicas que ésta trajo.
Por ejemplo, explicó que los bares y las cantinas fueron el último sector económico que pudo abrir y cuando por fin pudieron hacerlo fue con una bajo aforo, lo cual no permitía sacar los costos diarios que tienen que sortear, “pero era mejor abrir que seguir cerrados”, comentó.
Otra situación fue que con los semáforos, también fueron otro sector que estuvo limitado en horarios, lo cual afectó a algunos establecimientos cuya dinámica de negocio era por la tarde y noche, pero tenían que ajustarse a los horarios que fueron establecidos.
“Y si a eso se le suma la crisis nacional, en donde también hemos sido afectados por la inflación, entonces nos convertimos en un sector si no es el que más ha sido afectado por la pandemia de Covid-19”, dijo el presidente de la Asociación de Bares y Cantinas de Guanajuato.
Javier Quiroga dio a conocer que los municipios en donde hubo más bares y cantinas afectadas con cierres temporales o totales, debido a que ya no pudieron pagar rentas, sueldos e insumos fueron los ubicados en los municipios de León, Irapuato, Salamanca y Celaya, pero también los de sitios turísticos como Guanajuato capital, Dolores Hidalgo o San Miguel de Allende.
Renovarse o morir
Javier Quiroga compartió que algunos de los agremiados a la Asociación de Bares y Cantinas de Guanajuato tuvieron que fortalecer el servicio de gastronomía, para variar la oferta para sus clientes.
Incluso, dijo que algunos bares y cantinas sobrevivieron lo más fuerte de la pandemia, al ofrecer servicios de comida para llevar para poder mantener a su personal y no despedirlo, pero otros definitivamente no pudieron y tuvieron que cerrar.
Y aunque actualmente, con el semáforo verde, todos los establecimientos pueden abrir a un 100% de su capacidad, los bares y cantinas del estado han determinado hacerlo a un 90% por seguridad de los clientes y para poder garantizar las medidas sanitarias.
Por ello, Javier Quiroga señaló que esperan que 2022 pueda ser el año de la recuperación para los dueños de bares y cantinas y en donde además puedan lograr la anhelada certeza jurídica de las licencias para venta de alcoholes con que cuentan, pues es otro tema pendiente que confían en que pueda quedar subsanado.