León, Gto.- “Vivimos una especie de orfandad, necesitamos que nuestra madre santísima de Guadalupe nos acompañe nuevamente en este momento difícil, pues padecemos la salud física, la división y polarización en nuestra nación”. Así se expresó el Arzobispo de León Alfonso Cortés Contreras en la misa de la solemnidad de la Virgen de Guadalupe.
“En nuestra sociedad reflejamos la ausencia del sentido y respeto a la vida, ante la violencia que vivimos. Cuando como nación celebramos a Santa María de Guadalupe, le pedimos venga en nuestro auxilio a purificarnos en la sociedad y en nuestra Iglesia”, dijo durante la ceremonia religiosa que se celebró a puertas cerradas.
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Durante el mensaje de la homilía el prelado destacó “celebro el cierre de los Santuarios pues si se trata de salvar vidas, lo vamos hacer para salvarlas y desde nuestro corazón como mexicanos e hijos de María de Guadalupe rindamos todo el amor”.
La cultura social no empodera, solo entorpece
“Hoy nuestra cultura social está dañado el sentido de los matrimonios, de los jóvenes, pues debemos de entender que la mujer es un tesoro grande, que no está solamente para ser madre, pero la plenitud de la mujer y del varón están en la maternidad y en la paternidad. Somos tan amantes de la vida que la estamos dañando con nuestra ideologías que solo causan torpeza y no nos empodera como quisiéramos”, externó..
Llamó a “descubrir en la belleza de María santísima su maternidad que al engendrar al verbo encarnado, su maternidad espiritual habiendo engendrado con el Espíritu Santo, es la madre de la iglesia, así como María de Guadalupe es la madre de nuestra cultura”.
Enfrentamos una crisis de los hijos con los padres, de la esposa con el esposo, “los llamo a examinar nuestras relaciones como familia, como sociedad.
Vivimos en orfandad y violencia
El Arzobispo de León dijo que vivimos en nuestra patria una especie de orfandad y necesitamos a nuestra Madre Santísima que nos acompañe, para devolver el tan necesario sentido al respeto por la vida y porque de lo contrario “eso es la violencia y la vivimos a diario en las noticias”.
Es por eso que imploramos auxilio a nuestra madre santísima de Guadalupe para purificar y rehacer nuestra casa y nación que esta agrietada, pero también para la iglesia, para que como pastores que nuestra consagración produzca paz, y que aleje esta nube tóxica.
Las inmediaciones del Santuario de Guadalupe lucieron sin la presencia de fieles y de vendedores ambulantes, ante la continua vigilancia de la autoridad municipal y el llamado de las autoridades eclesiales.