Benjamín tiene 29 años y es pintor y rotulista. Pero en el mes de diciembre, sus brochas se dedican a plasmar la fe en la Virgen de Guadalupe en las bardas de las viviendas del Barrio de San Miguel.
Le dicen “Jacko”
Originario del legendario barrio, Benjamín, quien artísticamente se hace llamar “Jacko” desde hace seis años desempeña este oficio. Pero en estas fechas, los comerciantes y algunos vecinos comienzan a buscarlo para que pinte una “Morenita”, en las fachadas de sus inmuebles.
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Durante estos años, al menos seis de las vírgenes que están pintadas en el barrio han sido elaboradas por él.
Dos días de labor
“Pintando una virgen me llevo dos días aproximadamente y si solo se trata de retocar, pues en una cuantas horas queda el trabajo terminado”.
Una obra como esta, cuesta entre mil 400 y mil 500 pesos. Un precio que está muy por debajo de lo que comúnmente cobran. “Hay chavos que cobran de 2 mil a 2 mil quinientos, pero a mí no me gusta ser carero, por eso me buscan y por eso tengo trabajo, pero cada quien vende su trabajo como quiere”, expresó “Jacko”.
Desde el principio
Para dibujar y pintar a una Guadalupana desde el inicio, hay que pintar la pared de color blanco, luego, con un lápiz, comenzar a dibujarla y a partir de ahí, comienza a dar color.
En ocasiones, los clientes le dan la libertad de pintarla a su gusto y en otras ocasiones, le entregan una foto o boceto de cómo les gustaría.