León, Gto.- La antigua Plaza de Gallos en la ciudad de León, ubicada en la calle Juárez 316 de la colonia Centro Histórico, tiene ya más de 223 años de historia en la localidad, por muchos años permaneció como una finca abandonada pero desde el 2015 comenzó un proceso de restauración por parte del ayuntamiento de León, por lo que a la fecha se ha convertido en uno de los recintos culturales más importantes de Guanajuato.
A través del Instituto Cultural de León, la antigua Plaza de Gallos ha sido reconstruida, tratando de integrar elementos que le den un toque de modernidad a la estructura, pero conservando algunas características clásicas del lugar, como las paredes, las puertas de madera pura, algunas habitaciones que se encuentran en la segunda planta del inmueble y la peculiar rotonda, que tenía la capacidad de recibir hasta 600 personas.
En 2020 la antigua Plaza de Gallos que tiene su historia desde 1798 en León, comenzó a tener eventos híbridos culturales, tales como la Feria Nacional del Libro (FENAL), presentaciones de baile clásico, presentaciones de cine de festivales locales o internacionales, entre otros.
De acuerdo con el ex cronista de la ciudad, Carlos Arturo Navarro Valtierra, en su Crónica Leonesa número 34 de Octubre - Noviembre 2018, informó que la Plaza de Gallos despertó el interés del ayuntamiento por sus antecedentes históricos y por adquirir información del por qué una vieja casona, con una arquitectura deteriorada y con una memoria de sus diversos usos en distintos tiempos, no se le daba mantenimiento ni restauración alguna.
La finca con estilo neoclásico, tuvo una primera restauración en 1904, misma que fue para convertirla en hotel durante algún tiempo, después fue colegios de distintos niveles educativos, el último fue de bachillerato con el nombre de Atanasio Hernández Romo, como el dueño de la misma.
Como antecedente de la Plaza de la Plaza de Gallos, se sabe que fue arrendada desde el 7 de septiembre de 1797, misma que fue entregada a Don Cristobal Zabre en 350 pesos anuales; el lugar era utilizado para jugar gallos, después se siguió alquilando y el 14 de septiembre de 1798 fue arrendada al capitán Reformado Félix Gutiérrez de la Concha, depositario general del Ayuntamiento y Alcalde Ordinario más antiguo, así como Cristóbal Zabre.
El excronista de la ciudad plasma que la antigua Plaza de Gallos no solo fue un escenario de peleas de las aves, sino que también se llevaron a cabo en su interior múltiples eventos artísticos y cívicos, así como deportivos, por ejemplo la lucha libre, también fue escuela por muchos años y fungió como plaza de toros de las más importantes en 1831.
La finca fue también, en ocasiones, coso taurino; igualmente fue escenario de manifestaciones políticas, como la de Don Francisco I. Madero, que durante su campaña antirreeleccionista en 1910 celebró un mitin en dicho lugar, en el que criticó fuertemente al Gobierno de Porfirio Díaz.
En sus tiempos de lucha libre durante los años 50 del siglo pasado, fue la Arena Libertad, misma en la que se enfrentaron famosos contendientes como Blue Demon, El Santo, Tonina Jackson, "Médico Asesino", los leoneses Sugi Sito, "Black Shadow", Cavernario Galindo, entre otros.
El antecedente más antiguo que se conoce sobre la Plaza de Gallos es un documento datado el 28 de abril de 1798, en el que Ramón Gutiérrez del Mazo y José del Campo Viergol, dan a conocer lo siguiente al Subdelegado de la Villa de León:
“La casa tiene una antigüedad mayor a doscientos años. En la memoria leonesa sobresale su pasado como un atractivo espacio circular y despejado, propio para peleas de gallos, por lo que llegó a conocerse como el "Coligallo", se pudo leer.
La antigua Plaza de Gallos también fue un improvisado teatro que se utilizó durante muchos años como tal, en el que llegaron a escenificar importantes representaciones dramáticas y musicales.
En temas de infraestructura, los arcos se mantienen en todo el rigor de su vuelta sin fal tar en ellos su radio, ni menos la unión de sus dovelas o bolsones, que componen su cuerpo, permaneciendo en los 60 grados en que forman su figura como lo manifiestan las claves de sus centros y siendo una vuelta rigurosa de hilo como la que tienen hacen la potencia de su fuerza sobre su mismo plomo, con lo que quedan libres las cortinas o paredes exteriores de sus ángulos de sufrir todo el rigor de su peso, a más de tener el auxilio de haber en sus senos o distancia que hay de los arcos a las paredes exteriores una pared de cal y canto de de 4 5/6 vara a plomo que forman el principal muro para su subsistencia 24 3o.
Las abras o desunión que manifiestan las cortinas o paredes inmediatas a dichos arcos no son de gravedad por traer su origen de la mala colocación de los materiales en algunas.
La pared que mira al poniente en ella se advierte la altura de 10 le varas, hasta donde concluye la primera andamiada que aparece de sus cimientos, faltar a su plomo seis pulgadas, pero esto resulta de haber seguido los albañiles otro plomo distinto al que traían desde sus principios con lo que formaron una pared escarpada al revés, que está como cons truida en esa figura no puede caerse por ningún caso.
La Plaza de Gallos es una estructura de grandes valores por su arquitectura por el viejo valor de contexto que guardó durante años, respecto a otros inmuebles del entorno y por su rica y extensa historia de peleas de engalladas aves, coso taurino, escenario político y dramático, arena de lucha libre y centro docente preparatoriano, que hoy sigue vigente después de más de 2 siglos de historia en la vida de los leoneses.