León, Gto., (OEM-Informex).- En una sencilla vivienda en la calle Juan Torres y Comonfort, transformada hoy en tienda de regalos, nació un ícono de la música nacional: Juan de la Cruz Torres Robles.
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Desde las humildes calles de Ocampo hasta los escenarios de Europa, Torres creó un estilo propio en el órgano electrónico, siendo considerado el cerebro detrás del concepto "órgano melódico".
Nacido el 27 de mayo de 1930 en Ocampo, Guanajuato, Juan Torres, último de siete hijos de Ramón Torres Moreno y María A. Robles Galván, comenzó su formación musical en la Escuela Superior de Música Sacra en León.
Aunque comenzó interpretando música religiosa en su natal Guanajuato, su talento lo llevó a Europa, en especial a Italia, donde popularizó el órgano parlante Hammond B3.
"No fue el primero en su estilo, pero su magistral habilidad y carisma le ganaron reconocimiento internacional", mencionó el crítico musical Arturo López.
Y no es para menos, con 79 discos LP (por sus siglas en inglés Long Play, en español disco de larga duración). Torres llegó a conquistar tanto a aficionados de la música popular como a seguidores de la música clásica. Su habilidad para oscilar entre géneros, desde villancicos hasta sambas y valses, demostraba su versatilidad.
Más allá de su música, Torres también fue reconocido por su vanguardia en las presentaciones en vivo. “Juan fue pionero en cuidar cada detalle de sus conciertos. Su juego de luces, tarima giratoria y un espectacular equipo de audio eran prueba de ello”, recuerda Manuel García, experto en producción de eventos. Incluso, asesoró a artistas como Miguel Bosé y Sergio Fachelli a través de Audio Logistix.
Pero detrás del músico, también había un hombre apasionado. Desafiando las críticas, Juan Torres no temía mezclar piezas de música clásica en sus bailes populares, demostrando su profundo conocimiento musical.
Incluso, su interpretación instrumental de "Guantanamera", grabada en 1967, se convirtió en introducción de algunas transmisiones de Radio Habana Cuba.
Tristemente, el 2 de julio de 2002, Torres nos dejó, víctima de un cáncer de páncreas en Querétaro. Aunque su cuerpo fue cremado y sus cenizas descansan en una capilla local, su legado musical sigue vivo.
Juan Torres no fue solo un músico; fue un innovador, un pionero y un maestro. Deja detrás una rica herencia musical y una familia compuesta por su esposa Ma. Elena Yáñez, cinco hijos y numerosos nietos. En el corazón de Ocampo y de México, Juan de la Cruz Torres Robles siempre será recordado como el genio del órgano melódico.