Les llaman las “Ratas sinvergüenzas” porque no tienen miedo a la gente y salen de sus madrigueras hambrientas en búsqueda de comida, el Parque Juárez es su hogar.
Habitantes del Barrio de San Miguel dicen que de un momento a otro se plagaron de los roedores que se han vuelto la atracción del lugar, debido a que salen de sus nidos para comer palomitas, galletas o cualquier sobra de comida que los visitantes les arrojan.
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Además, a las ratas sinvergüenzas, también les depositan agua en fichas, en caso de que tengan sed ellas con confianza se acercan a beberla.
Niños y jóvenes que forman parte de un grupo de exploradores y que todos los sábados se reúnen a un costado del monumento de Benito Juárez, luego de realizar sus actividades se sientan en unas bancas de concreto para “jugar con las ratas”, el que cuente más gana o simplemente solo se sientan a admirarlas, algunas ya tienen nombre.
“A mis hijos les causa interés venir a verlas, ya hasta nombre les pusieron”, comentó una madre de familia que cada fin de semana lleva a sus hijos al parque.
La preocupación de los padres de familia es que podrían causarles graves enfermedades tanto a los visitantes como a los jornaleros que llegan para comer y aprovechan la sombra de los árboles y que colocan sus alimentos en cualquier superficie.
Peligran estudiantes
A pesar de que las ratas se han visto en las jardineras que están ubicadas sobre la calle Independencia a un costado del bulevar Timoteo Lozano. Los visitantes dicen que por la noche cuando hay tranquilidad y no hay mucho ruido, estas se encuentran esparcidas por toda el área.
Aquí lo que atemoriza, es que justamente a un costado del parque se encuentra una escuela primaria y una guardería, por lo que temen que las ratas puedan llegar a las instalaciones y ser las causantes de alguna infección por ataque.
“Yo tengo poco de ver las ratas pero son bastantes, esto podría provocar un foco de infección debido a que estos animales se orinan por todos lados, ¿imagínate que se brinque a la escuela y que un niño toque sus desechos sin darse cuenta y luego meta sus manos a su boquita?”, dijo Mary.
Vecinos y padres de familia piden a las autoridades competentes eliminar dicha plaga, pero también solicitan a los visitantes mantener todas sus áreas limpias para evitar que se propaguen los roedores.