León, Gto.- Al caminar por las calles de la ciudad, resaltan dentro del panorama urbano personas con un contrastante uniforme verde fosforescente, los recuperadores y barrenderos del Sistema Integral de Aseo Público (SIAP).
Los trabajadores, quienes están en todo momento al servicio de la sociedad, encargados de mantener la ciudad limpia y libre de residuos sólidos urbanos tienen una tarea que no cualquiera puede ser capaz de realizar.
Ana María, de 60 años de edad, quien de sus manos escurrían lixiviados y su uniforme presentaba algunas manchas de residuos, se encontraba barriendo el Bulevar Adolfo López Mateos informó sobre la realidad de su empleo.
“No tengo una pasión por convivir con la basura, tengo una pasión por mantener limpia esta ciudad, amo mi León y odio cuando las banquetas están llenas de basura, por eso hago esta labor, al menos aquí en las banquetas del López Mateos es muy constante que las personas hagan un tiradero, tan solo mira como dejaron esta banca” declaró Ana María.
Yo sólo recojo la basura, no soy parte de ella
“Convivir con la basura es algo de todos los días, pero de esta manera he podido ver la basura de otro modo, es algo que todos generamos y no hay por qué tenerle asco, hay ciertas familias que me invitan a comer en agradecimiento, no estoy pidiendo que todos me inviten a comer, pero si pido un trato digno y que me traten lo que soy, una servidora por el medio ambiente, yo sólo recojo la basura, no soy parte de ella.” Recalcó Ana María.
¿Qué opina la máxima autoridad?
Fernando Trujillo, Director General del SIAP, destaca la importancia de la colaboración entre los ciudadanos y los recuperadores urbanos.
"Necesitamos fortalecer el programa de recuperadores urbanos y promover el reconocimiento de estos trabajadores por parte de la sociedad. Cuando los ciudadanos identifican a los recuperadores de su colonia, la empatía crece, y se vuelve más significativo separar y reciclar".
También subraya la necesidad de aumentar la conciencia de la sociedad sobre el impacto positivo que el reciclaje tiene en la economía de las familias de los recuperadores urbanos.
"Cualquier ser humano se pregunta a dónde van sus residuos. Saber que están contribuyendo a la economía de una familia es gratificante. Los ciudadanos deben ser más generosos al reconocer a estos trabajadores por su servicio". Recalcó Trujillo.
El reconocimiento y la empatía son esenciales para el bienestar de los recuperadores urbanos, que trabajan incansablemente para mantener limpia la ciudad. “Sus uniformes no solo los identifica, sino que son un símbolo de la colaboración que necesitamos para preservar el entorno", señaló el director.
El respeto y el agradecimiento hacia los recolectores de basura han aumentado, y ejemplos cotidianos demuestran el cariño de la sociedad hacia ellos. A menudo, los recolectores tienen relaciones amistosas con los dueños de negocios locales, y es común que se les permita utilizar los espacios para recoger la basura.
“Es bien bonito llegar a casas donde nos traten bien, en ciertos lugares nos dejan meternos hasta la cochera, hay unas donde nos dejan pasar hasta adentro porque la basura está muy pesada y hasta nos invitan un vasito de agua, no es por exigir ese tipo de tratos, porque también nosotros trabajamos a contrarreloj y no podemos quedarnos ni a platicar, pero se siente maravilloso tener un buen trato, ni te acuerdas que eres basurero”, relató Jorge Núñez, recuperador de residuos en la zona norte de la ciudad.
La autoridad de los recuperadores sobre los ciudadanos
La autoridad de los recolectores para dar recomendaciones a los ciudadanos sobre el reciclaje es limitada, según Fernando Trujillo, la labor de los recolectores es servir y establecer un ejemplo.
"No estamos facultados para emitir observaciones, pero nuestra propia labor es transmitir un mensaje de conciencia. Cuando observamos a alguien arrojar basura en la calle desde un auto, nos detenemos y lo vemos como una oportunidad de educación.
La inspección es el área encargada de persuadir a los ciudadanos a hacer lo correcto, los recuperadores solo deben predicar con el ejemplo”, concluyó el Director del Sistema Integral de Aseo Público (SIAP) Fernando Trujillo.