Las autoridades en Guanajuato lo desconocían, pero en la entidad hay un ciento de personas refugiadas. Con las misiones y trabajo realizado por ACNUR, hoy estos extranjeros que tuvieron que salir de su país por emergencia están insertados o en proceso para acceder a los servicios básicos para vivir en la entidad.
De reciente instalación en Guanajuato, en enero de este año,la Oficina de la Agencia de la ONU para Refugiados ha avanzado en las gestiones para vincular a estas personas con las diferentes secretarías e Institutos estatales, porque el objetivo de ACNUR es hacer de ellas, autosuficientes.
En Guanajuato, ACNUR ha identificado que mayoría de refugiados son venezolanos con estudios profesionales y en muchos casos especializados en el área médica.
Paola Monroy, Asociada de Protección de la Oficina del ACNUR en Guanajuato explica que el estadio iniciaron en enero un trabajo de gestión y visualización con el objetivo claro de establecer los programas de asistencia humanitaria, luego de que en agosto del año pasado ACNUR realizará una misión en la entidad.
Sergio Rea, Encargado de la Oficina de Terreno y Asociado de Protección del Alto Comisionado de la ONU para Refugiados, comenta que la misión se debió a la cantidad de llamadas telefónicas que recibieron de personas extranjeras que por cuestiones de seguridad, económicas o sociales se vieron obligadas a salir de su país de origen.
En esa primera misión identificaron a 47 personas. En noviembre hubo una segunda misión, en ella fueron detectadas otras 58 personas.
Contacto con gobierno de Guanajuato
“Al identificar a personas que estaban como refugiadas o como solicitantes de la condición de refugiados tenemos un diagnóstico que abre una oportunidad para establecer comunicación con el gobierno estatal, que con muy buena disposición desde el inicio, nos abre este espacio: estamos en proceso de la instalación de la oficina pero ya hemos tenido vinculación y aceptación con dependencias estatales, como la Secretaría del Migrante y la subsecretaría del Trabajo y Previsión Social, el Sipinna (Sistema de Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes) y a nivel local, estamos entrando a León a través del DIF que nos han abierto las puertas de una manera maravillosa”.
Eligen Guanajuato
Las personas refugiadas salen de su país por una situación extrema, ya sea de seguridad, económica o de salud. “Buscan quedarse en México porque ven en México una opción de residencia permanente. No como los migrantes que van en tránsito”, señala Monroy.
“Hay un fenómeno de incremento de población de refugiados que está buscando a México como un país de residencia; hay un aumento considerable de solicitudes”, agrega.
“La primera visita que tuvimos en Guanajuato se debió a que muchas personas nos contactaban y nos comentaban que se encontraban en el estado de Guanajuato; hicimos una misión en agosto y detectamos a 47 personas que ya habían solicitado la condición de refugiado; sin embargo nuestra misión duró menos de una semana y debido a ello realizamos otra para atender al resto de la población”.
La Secretaría estatal del Migrante y Enlace internacional “nos abrió las puertas para poder atender a la población de interés de la ONU”, afirma Rea.
Con la segunda misión, ACNUR identificó en total a 105 personas refugiadas en Guanajuato, viviendo en los municipios del corredor industrial: León, Silao, Irapuato y Celaya.
“Algo sumamente interesante es que son de distintos perfiles; vimos muchas familias, pero también vimos familias monoparentales; vimos una población muy diversa”.
“Es bien interesante porque Guanajuato, por su posición geográfica y por su tradición histórica al haber un flujo de personas migrantes que se encuentran en Estados Unidos, es de los estados que tienen mayor acercamiento a estos temas”
“En las misiones que hicimos tuvimos contacto con personas de Guanajuato que tienen un familiar, o un amigo, o un conocido que está o vive en Estados Unidos y eso le permite que sea empático con las personas refugiadas”.
“Es un estado, de verdad, de los que mayor empatía tienen con las personas refugiadas. Sí puedo decir que Guanajuato lo llegamos a percibir con cierta empatía y eso es un plus. Eso ha hecho que Guanajuato sea un destino para las personas refugiadas; incluso en las misiones es una de las preguntas que tenemos, sí se han sentido discriminados en el lugar en el que se encuentran y muchas personas comentan este punto: ‘No. No me he sentido discriminado’ y una de las causas es esta vertiente de que Guanajuato está muy familiarizado con el tema de la migración”.
Paola Monroy agrega que “también tiene que ver el arribo de comunidades alemanas, japonesas o de otros países que llegan a invertir, a abrir empresas. Eso ha impactado para que para las personas que vivimos en Guanajuato nos adaptemos a las nuevas culturas”.
“Esto es un enfoque que el Representante tiene muy claro: las personas refugiadas y solicitantes vienen a aportar a la comunidad y lo hemos vivido los guanajuatenses con otros sectores culturales, con otros países”, menciona Paola Monroy.
“No hay que descartar la posibilidad, hay que aprovechar la oportunidad de que están llegando estas personas de otros países y que vienen a aportar muchísimo para el crecimiento y desarrollo social de todos los municipios de Guanajuato”.
“Hemos visto que muchas personas escogen Guanajuato por la dinámica económica, por las redes de apoyo y eso lo vuelve atractivo para que las personas refugiadas decidan quedarse en este estado”.
Las personas refugiadas renuncian al sueño americano porque “la realidad es que la situación actualmente en Estados Unidos es más compleja y la información que poseen de México y de Guanajuato, en particular les ayuda a decidir”.
Las ferias que en León se realizan con comunidades extranjeras “dan esa oportunidad a las personas refugiadas de reconocerse con otras personas que también viven en el estado, de probar la comida, conocer su música, el idioma y los trajes típicos… eso es muy lindo”, afirma Monroy.
Rea agrega que “México tiene una tradición de asilo. México ha sido un país que ha recibido con los brazos abiertos a muchas personas de muchas nacionalidades”.
Cuando se habla de vinculación de personas refugiadas al empleo, Sergio Rea comenta que la empresa Mabe, creada precisamente por personas que salieron de España por el exilio “tiene un compromiso social y ahí hemos encontrado estas áreas de oportunidad para las personas refugiadas”.
El exilio español ha dejado en México un legado de cultura y trabajo, al igual que los chilenos que dejaron de país durante la dictadura, por ejemplo, la creación del CIDE (Centro de Investigación y Docencia Económica) “que es uno de los más importantes en México”. Otros ejemplos son El Colegio de México, Claxon y otras empresas y centros de estudio.
Personas con rostro, nombre y profesión
Las personas refugiadas que salen de su país en una situación de emergencia cuando llegan al lugar donde deciden a quedarse a vivir carecen de documentación e incluso en muchas ocasiones no portan una identificación.
El ACNUR, luego de detectar a los refugiados en Guanajuato recopiló información porque muchos de ellos ya habían solicitado la condición de refugiado a la autoridad mexicana que es la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) que pertenece a la Secretaría de Gobernación pero “vimos que no contaban con documentos migratorios por parte del Instituto Nacional de Migración y esto los pone en una situación de vulnerabilidad”.
“Una persona refugiada generalmente lo que trata es proteger es su vida, su libertad, su seguridad; la de él y la de su familia y muchas veces en lo que menos piensa es en el documento, en el pasaporte o tramitar visa”.
“Obtener un documento de identidad es un gran reto que enfrentan las personas refugiadas cuando llegan al país de destino, en este caso México y en particular en Guanajuato”.
Esta documentación “les ayuda para que puedan acceder a derechos como educación, salud, vivienda y a otros más, incluyendo el trabajo”.
El trabajo de ACNUR es ese: acercamiento con la delegación del Instituto Nacional de Migración para poder dar respuesta a la falta de documentación para apoyar a que las personas que habían solicitado la condición de refugiado contarán con un documento migratorio.
“Ha sido un reto porque a partir de esto comenzamos con el acceso a estos derechos y empezamos a canalizar a estas personas al Servicio Nacional del Empleo, a las autoridades educativas, a las de Salud, precisamente para que estas personas puedan acceder a estos derechos”, menciona Rea.
Gracias a ACNUR, los refugiados en Guanajuato son personas con un nombre y con un rostro. “Las principales nacionalidades que identificamos en estas dos misiones fueron de Venezuela, pero hay un número importante de Centroamérica, principalmente de Honduras y El Salvador y menos casos de Guatemala y Nicaragua”.
“Las personas venezolanas tienen un perfil educativo muy alto y eso es una gran oportunidad para la comunidad, para el estado y para el municipio”, precisa Sergio Rea.
“Eso es precisamente lo importante, poder brindarles oportunidades de contribuir a la comunidad, a la sociedad. Estas personas provenientes de Venezuela tienen el compromiso personal y social de contribuir y de ahí, el gran reto es poder acompañarlos para que para que puedan acceder a este derecho que es el trabajo”.
“La ruta de acompañamiento que brinda ACNUR es atender estas necesidades en el proceso de documentación, integrarlos a la comunidad; muchos de ellos a pesar de que tienen una carrera o posgrados no están insertos directamente en el área que estudiaron; sin embargo, muchos de ellos están en busca de esa oportunidad”.
“Ahora con la pandemia hemos detectado personas que tienen alguna carrera con los temas de salud: enfermeros, enfermeras, médicos y otras profesiones que pudieran contribuir precisamente en la situación que vive, porque están comprometidos”.
Algunos de ellos ya están integrados al sector laboral, muchos ya tienen acceso a la educación, otros ya empiezan a formar familia en México porque se casaron con mexicanos y tuvieron hijos mexicanos”.
En proceso
De la población de refugiados en Guanajuato “no todas las personas están integradas, pero sí podríamos decir que la mayoría ya cuenta con con un documento que lo identifique”.
Pero los trámites para los refugiados no paran ahí. Existe otro documento que otorga la Comar, una constancia de solicitud y esta constancia permite acceder a este documento migratorio.
“Con esta constancia no están familiarizados y es importante tenerla porque podrán obtener un documento mexicano que le diga a la autoridad mexicana que la persona solicitó esta condición, que está en un trámite, que tiene un nombre. Es importante porque ya tiene una identificación mexicana”.
“Para nosotros ha sido un reto que ellos obtengan este reconocimiento y darle a conocer a las autoridades locales, estatales y federales esa constancia para que la población de refugiados cuente con los servicios. Hemos tenido avances importantes con ellos”.
Desconocimiento en Guanajuato
Con apenas cinco meses, dos y medio de ellos, en medio de la pandemia, la ACNUR ya está en Guanajuato. Sergio Rea platica que “apenas tenemos presencia; es un proceso que poco a poco va a ir teniendo mayores resultados; se va a dar a conocer que ya existe una población refugiada”.
Y es que las propias autoridades estatales desconocía que en la entidad había personas refugiadas. “En las primeras intervenciones que tuvimos con el estado de Guanajuato nos decían ‘¿hay refugiados aquí en Guanajuato? No estamos seguros. No sabíamos que esta población vivía en este estado’. Debido a ello nos abrieron las puertas para que las personas refugiadas pudieran tener acceso a sus documentos, al trabajo, al sistema educativo y al sistema de Salud”.
De acuerdo con ACNUR “ya hay autoridades estatales que han manifestado su compromiso de ser solidarios con las personas refugiadas porque una persona refugiada no decide serlo, se ve obligada”.
Oportunidad, compromiso y aportación
Las personas refugiadas tienen historia de éxito en México. Paola Monroy señala que “uno ve la capacidad de resiliencia de la gente y te dejan unas lecciones de vida maravillosas; esperamos que en Guanajuato también podemos lograr ese nivel de resiliencia con las personas refugiadas. Estamos seguros que sí porque hay redes de apoyo institucional, con organizaciones sociales y con la misma población y con el sector académico”.
Ejemplos en Guanajuato, la Universidad de Guanajuato que tiene jóvenes estudiantes que tienen la condición o son solicitantes. “Eso también habla de la sensibilidad de estas instituciones y de la importancia de una institución como ésta que participe en este sentido”, comenta Monroy.
Primeras acciones
Por motivo de la pandemia y a través de los sistemas locales del DIF en León, Irapuato y Celaya se instalaron lavamanos para personas en condición vulnerable. En el caso de León, en algunos comedores comunitarios.
“Nuestro interés si son las personas refugiadas y las solicitantes,pero también trabajamos con las comunidades de recepción. Esta estrategia va enfocada hacia el fortalecimiento de las comunidades como ayuda para garantizar una vida digna”, afirma Paola Monroy.
Uno de las instituciones estatales con quienes ACNUR ya hizo contacto y hay avances es el Ingudis, para que personas refugiadas con alguna discapacidad sean asistidas y apoyen en los inclusión al trabajo. “Guanajuato, por la infraestructura que tiene y por sus políticas públicas puede ayudar también en este aspecto”.
Personas autosuficientes
Con el aumento de personas refugiadas en Guanajuato, la ACNUR trabaja en el fortalecimiento de los albergues Aba en Celaya y Galilea en León.
“Con la presencia de la oficina del ACNUR en León estamos tratando de hacer más fuertes estos procesos y además establecer vínculos con ellos ya que son una parte operativa de lo que queremos”, afirma Monroy.
Estos espacios tienen mucho años operando en el apoyo a migrantes y ahora reciben, asesoran y acompañan a la población de refugiados o solicitante.
Pero ACNUR también aporta. “Por la expertis en estos temas; al final de cuentas trabajamos con emergencias en todo el mundo y esa expertis se puede aplicar e impactar en Guanajuato. Esperamos aplicar más programas de asistencia humanitaria acá”.
Respecto a los albergues, Monroy afirma que “lo ideal es que las personas refugiadas no vivan en un albergue; el tema de los albergues es de asistencia humanitaria pero pensando en que esas personas puedan salir a tener una mejor calidad de vida, una vivienda digna, un trabajo digno y educación. Cuando las personas refugiadas y solicitantes llegan a los albergues es por una cuestión de emergencia pero la idea es que no se queden ahí”.
“Los programas de asistencia humanitaria son para ayudar a las personas a fortalecerse y a utilizar las herramientas. Una de nuestras reglas de operación marca ciertos tiempos de estas ayudas porque creemos que estas personas tienen la capacidad para salir adelante por sus propios medios; obviamente somos una palanca que los ayuda, los fortalece y los acompaña pero la idea es que no dependen de ACNUR, ni de los albergues, ni de los programas de asistencia social”, enfatiza Paola Monroy.
“ACNUR siempre va a buscar que la persona sea autosuficiente y esto implica acompañarlos en este proceso de integración para que puedan obtener un trabajo, para que su trabajo les dé dinero para poder alquilar un hospedaje”. Rea comenta que en otras regiones ya hay casos de personas refugiadas que han comprado casa. “Esperamos que en un futuro, en Guanajuato las personas refugiadas puedan adquirir vivienda propia, para eso estamos, para acompañarlos en este proceso de penetración”.
Ejemplos de éxito
Al contar con documentación, las personas refugiadas también tienen acceso a los programas de emprendedores y ya hay casos en que generan empleo para sus paisanos y para mexicanos.
Estos ejemplos están en Aguascalientes, donde una pareja venezolana que vendía jugos tuvo que modificar su negocio, debido a la pandemia. Se transformó para surtir a domicilio frutas y verduras. “Fue tanto su éxito que no se dieron a basto y ya contrataron empleados”.Y en Saltillo, con una chica que tiene una estética muy famosa y concurrida.
Derechos internacionales
Otra de las ventajas para las personas refugiadas que cuenta con toda la documentación es poder traer a los suyos de su país de origen a tierras guanajuatenses, explica el Asociado.
“Uno de los derechos internacionales de los refugiados es la reunificación familiar y esa es la distinción entre un migrante y una persona refugiada. Hay un tratado internacional de la Convención de 1951 del que México es parte desde el año 2000. Este convenio internacional reconoce el derecho de la reunificación familiar, una persona que se encuentra en México que ha sido reconocida por la Comar. Un refugiado podría solicitar la reunificación familiar”, finalizan Rea y Monroy.
Datos:
- ACNUR es la agencia del sistema de Naciones Unidas para Refugiados que fue establecida en los años 50 por una Resolución de la Asamblea General de la ONU. El mandato de ACNUR es proteger y coordinar acciones internacionales para todas las personas que se vieron obligadas a salir de su país de origen. “Desafortunadamente la situación de las personas refugiadas no han cambiado mucho después de la Segunda Guerra Mundial”, lamenta Rea.
- En México comenzó a tener operación en los años 80 con el flujo de personas provenientes de Guatemala por los problemas internos de ese país. El gobierno mexicano celebró un convenio de colaboración con ACNUR para que pudiera establecer representación permanente en México.
- A partir de 1982 ACNUR opera en México. Actualmente tiene presencia en 10 estados de la república mexicana. “Somos la agencia de la ONU que tiene mayor presencia en México” y recientemente, en Guanajuato.