León, Gto.- Hace 5 años, Alan Gabriel estaba sumido en el mundo de las drogas y nada lo hacía salir de esas adicciones, por lo que su madre Vanessa, intercedió por él para salvarlo. La señora, pidió ayuda a San Judas Tadeo para que lo salvara y ahora como manda y agradecimiento por el milagro concedido, hace una celebración en honor al patrono de las causas difíciles.
Devoción desde la infancia
Desde niña, Vanessa Janet Rosales Navarrete de 43 años, comenzó a ser fiel devota de San Juditas, devoción que sus padres le inculcaron y ahora ella les ha transmitido su fe a sus 4 hijos y siete nietos.
“Mi hijo tenía problemas de drogadicción por lo que yo pedí a San Juditas su ayuda, pues Alan no se dejaba ayudar y era muy difícil su situación y el milagro se cumplió”.
Ahora el joven de 23 años se rehabilitó, se fue a trabajar a Estados Unidos, consiguió un buen trabajo y ya formó su propia familia, abandonando su querido barrio de San Juan de Dios.
Otro Milagro
Otro agradecimiento que tiene Vanessa para San Judas, es el que haya salvado a su más pequeña nieta.
“A mi nieta de dos meses, Ivana Renata, ya la daban por muerta, nació prematura y pues tuve que molestarlo nuevamente para que me ayudar, le pidió siempre primero a Dios y luego a San Judas y si me cumplen los milagros, hace poco también pedí por la salud de mi cuñado, quien sufrió un accidente y todo salió muy bien afortunadamente”. Expresó conmovida Vanessa.
Festejo de agradecimiento
Es por estos motivos, que desde hace 5 años Vanessa prepara una celebración para San Judas. Desde el primer día de octubre, comienza con la realización de rosarios, a la que se unen varios vecinos del barrio quienes le ayudan con las reliquias para los asistentes.
Este día 28, celebrará una misa por la noche, aún no sabe si contratará una banda o un mariachi para cantarle las tradicionales mañanitas. De cenar, ofrecerá tacos y hot dogs.
En la cochera de su vivienda, tiene adaptado un pequeño altar, decorado con globos y tiras de papel en color verde y blanco. El más grande ella lo compró y los demás se lo han regalado.
Vanessa comentó que algunas personas van y le tocan a la puerta para poder ingresar a rezar y prenderle veladoras.