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El encuentro de empresarios que se desarrolló en Oaxaca suponía una oportunidad inmejorable para empresarios del sector calzado, con la intención de hacerles ver su preocupación al presidente de la república y a la secretaria de economía las afectaciones que implicaría reducir los aranceles a productos textil y de calzado, sin embargo no se concretó algo y el tiempo se agota.
El miércoles pasado llegamos temprano, estuvimos ahí (Oaxaca), me pude entrevistar de una manera informal con la secretaria Graciela Márquez y le pedí una cita, me dijo que con mucho gusto me recibía, le estamos gestionando la cita; le iba a entregar un documento al presidente, poder hablar con él cinco minutos, la verdad es que la protección que está alrededor del presiente traía la agenda muy controlada, no nos permitieron acercarnos al presidente
Luis Gerardo González García, presidente Ciceg.
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Sin embargo, el documento llegó al presidente Andrés Manuel López Obrador por conducto del gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, buscando que las acciones de los empresarios se alineen a los objetivos de la federación que es la generación de empleos.
Lo que le estamos pidiendo es que no se ocupa bajar los aranceles, por favor déjelos como están, no beneficia a nadie el bajar los aranceles, ese 5 o 10 por ciento que pudieran bajar los aranceles muchos de los comercializadores que están en México le pedirían a los fabricantes que bajaran nuestros márgenes y no existe la posibilidad que un fabricante nacional pueda bajar el equivalente a eso.
Fue a inicio de este año en curso que el Gobierno Federal decidió mantener los aranceles a productos importados en un 25 y 30 por ciento, sin embargo, esta medida solamente estará vigente seis meses y en noviembre próximo se vence el plazo, por lo que estos impuestos pudieran bajar al orden del 20%, lo que generaría en primera instancia la pérdida de hasta 15 mil empleos en el país.
“Seguramente va haber un crecimiento importante de las importaciones, que va a corresponder a falta de pares para los fabricantes nacionales e incluso a presión con los pares que se vendan más baratos, porque te van a estar amenazando si no bajas el precio doy lo importado, eso va a pauperizar todavía más a las industrias al perder el capital del trabajo de los fabricantes locales y los proveedores”.
