León, Gto.- Con dos preparativos típicos de las celebraciones del Día de Muertos, fue encabezada la muestra La bebida “En el último trago” y los alfeñiques; el alfeñique de origen árabe, que para ser aceptado por la Iglesia fue moldeado en forma de borreguito en representación del cordero pascual explicó Alejandra Garduño, y Carlos Moreno con su obra el último trago” en homenaje al cantante y compositor guanajuatense, José Alfredo Jiménez.
Los chefs y docentes de la Facultad de Turismo y Gastronomía de la Universidad De La Salle Bajío, compartieron sus recetas e historias con estudiantes.
El Día de Muertos que tiene lugar los días 1 y 2 de noviembre es la tradicional celebración mexicana, que inspiró a otras zonas y culturas de Latinoamérica a honrar a sus muertos.
“En el último trago” de Carlos Moreno, docente de la institución, desde hace 7 años, es un licor inspirado en la receta del pan de muerto porque está compuesto de algunos ingredientes que lo integran. A través de este hizo un homenaje al cantante y compositor José Alfredo Jiménez.
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¿Cómo hacer una calavera tradicional con calabaza?
Para preparar la bebida se necesita una y media onzas de mezcal, un cuarto de onza de anís, una onza de té de azahar, una cucharada de mermelada de mandarina con pétalos de cempasúchil, una clara de huevo, pétalos de cempasúchil y un vaso escarchado de azúcar con naranjo.
El vaso se prepara con ahumado de canela y totomoxtle (hoja de tamal), y luego en el vaso shaker incorporó los ingredientes, un poco de hielo, los mezcló por varios minutos, hasta que el líquido hizo un poco de espuma y lo sirvió.
El profesional dijo que es importante rescatar las tradiciones dan identidad como la mixología, lo que hice fue una reinterpretación de la receta de pan de muerto, un homenaje que identifica a los mexicanos por los ingredientes que lleva.
Por su parte Alejandra Garduño explicó que los alfeñiques, obtienen su nombre de la palabra “alfer-ai-quebir”, estos llegan a México gracias a las migraciones Árabes a Europa, y en el caso del país a España.
Era un dulce parecido a las charamuscas, listones de azúcar, una pasta cocida y estirada en barras delgadas, brillantes y en distintas formas. En la actualidad el alfeñique se elabora con azúcar glas y tiene una consistencia como el mazapán, aunque distintos a los que se elaboran en España.
Es un dulce de origen árabe se consideraba profano, en contra de la religión católica, motivo por lo que pasó por un proceso de cristianización. En la Nueva España los artesanos adaptaron la producción de alfeñiques, para que la Iglesia los aceptara le daban forma de borreguitos, en representación del Cordero Pascual, símbolo del cristianismo. El proceso evolucionó, hasta lo que se tiene hoy en día.
Para elaborar alfeñiques se necesitan cuatro tazas de azúcar glas, una clara de huevo pasteurizada, jugo de limón, colorante vegetal de los colores y clavos de olor.
Para la preparación, primero se mezcla el azúcar glas con la clara de huevo y el jugo de limón, hasta formar una masa que no se pegue en las manos y se pueda moldear.
En la actualidad se preparan en diferentes formas conocidas como frutas, se le incorpora el colorante vegetal y clavos de olor.