Las lluvias que han caído sobre Guanajuato han generado que las presas del estado recuperen sus niveles de almacenamiento de agua, luego de que el estado atravesara por dos años secos y que hizo que a principios de año varias de estos embalses estuvieran prácticamente secos.
De acuerdo con el Monitoreo de Presas del Sistema Nacional de Información del Agua, las nueve presas que la Comisión Nacional del Agua monitorea para ver su comportamiento alcanzan un nivel general de un 80% de almacenamiento, pero hay presas que ya recuperaron sus volúmenes, como la Solís, ubicada en Acámbaro, que tiene 105% de agua almacenada, ya que tiene captados 840 mil 730 millones de litros de agua, de los 800 mil millones que puede almacenar; no obstante, esta presa cuenta con área para almacenar excedentes y por ello se descarta cualquier desbordamiento de este embalse.
Otra presa que están por llenarse es La Golondrina, ubicada en Pénjamo, la cual tiene almacenados cuatro mil 557 millones de litros, de los cuatro mil 670 millones que puede almacenar, es decir que está al 95% de su capacidad.
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La presa Mariano Abasolo, ubicada también en Pénjamo, está al 92% de su capacidad, pues ha logrado almacenar 18 mil 430 millones de litros de agua, de los 20 mil 79 millones de litros que puede captar este embalse.
Las presas La Purísima y La Soledad, ubicadas ambas en el municipio de Guanajuato, se ubican al 82% de su capacidad; la primera tiene 89 mil 655 millones de litros de agua almacenados, de los 110 mil millones de litros que puede almacenar; la segunda tiene mil 524 millones de litros, de los mil 857 millones que puede captar.
La presa El Palote, ubicada en León, se encuentra al 72% de su capacidad, con seis mil 979 millones de litros almacenados, de los nueve mil 643 que puede captar.
La presa Ignacio Allende, ubicada en San Miguel de Allende y que a principios de año era una de las presas que se quedó sin agua, ahora está al 66% de su capacidad, con 93 mil 867 millones de litros almacenados, de los 141 mil 779 millones que puede captar en su totalidad.
La Laguna de Yuriria, otro embalse que estaba en niveles secos a principios de año, actualmente está a un 61% de su capacidad, con 170 mil 710 millones de litros acumulados, de los 278 mil 790 que puede almacenar; el agua para esta laguna es vital, pues del negocio de la pesca y el turismo viven miles de familias yurirenses que en los dos años anteriores tuvieron problemas económicos por la falta de agua; a principios del año, la Laguna de Yuriria tenía sólo 13% de agua almacenada.
Por último, la presa Peñuelitas, ubicada en Dolores Hidalgo, está al 38% de su capacidad, con seis mil 639 millones de litros de agua acumulados, de los 17 mil 460 que puede almacenar en total esta presa; a principios de año, esta presa llegó a tener sólo 4% de agua almacenada.
Aún no se recuperan mantos freáticos
Aunque ha sido una temporada con lluvias copiosas, aún falta mucha agua para recuperar los mantos freáticos, luego de dos años de sequía.
Agustín Robles Montenegro, presidente del Distrito de Riego 011, dijo que si bien la lluvia ha ayudado al campo, pues se espera buen temporal, aún no ha sido suficiente el agua para que los mantos freáticos se recarguen, pues fueron dos años de sequía que los llevó a estar en una situación crítica.
“Los mantos freáticos aún no se recuperan, si bien empezó a llover desde mayo, para junio aún había zonas secas y las lluvias ahorita han permitido recuperar los niveles de presas, pero se necesita más agua para que se vaya al subsuelo”, dijo.
Para Agustín Robles Montenegro, tiene que llover igual de intenso que ahora en los próximos cinco años “para empezar a tener esas recargas de agua, pero como la situación climática ya no se puede pronosticar, tenemos que meterle más duro a la tecnificación, para usar más el agua superficial de las presas para el riego y darle oportunidad a los pozos que se recarguen, extrayendo menos agua”.
El científico Hugo García Castañeda, ex integrante del Grupo de Especialistas para la atención de emergencias por eventos hidrometeorológicos severos de la Comisión Nacional del Agua, tiene que darse una política urgente de tecnificar la mayor cantidad dela superficie agrícola, pues el 80% del agua que se desperdicia es en el campo y donde apenas se tiene tecnificado un 10% de la superficie de producción de alimentos.
Además, propuso la regularización de los pozos que hay en el estado, ya que hay más de cinco mil pozos, de los cuales unos 500 están bien tecnificado, lo que genera un importante ahorro del agua; pero en este tema falta mucho por hacer, pero no sólo los tres niveles de gobierno, sino también los productores para tecnificar el campo.