León, Gto.- La industria del pan, se encuentra afectada por el aumento de precios en los insumos, el principal de ellos es el harina pues a inicios de año este ingrediente tenía un precio de 410 pesos por costal. En estos seis meses ha aumentado en tres ocasiones y ahora los panaderos lo compran hasta en 850 pesos cada costal de 50 kilos. El panorama es tan desalentador que ya algunos de ellos, piensan en cerrar su negocio. Panificadores de León, se han reunido y buscan obtener un subsidio en las harinas por parte de las autoridades, para que los costos bajen y ellos puedan mantener los precios del pan y el bolillo. Este próximo 15 de junio, estos productos básicos, aumentaran 1 peso cada uno y ni con el incremento, se lograría una ganancia para ellos.
➡ Suscríbete a nuestra edición digital
Fabiola Guzmán y Galo Aguirre, panaderos del Barrio de San Juan de Dios, compartieron con Organización Editorial Mexicana, que el 15 de enero, compraban el costal de harina en 585 pesos. Una semana después, 590 pesos; el 3 de marzo, su proveedor les avisó sobre un incremento considerable, de 110 pesos por cada bulto. En abril, el distribuidor no les avisó pero elevó el costo 10 pesos más. Esta última semana, pagaron 850 pesos por cada costal.
La razón por la cual se eleva el costo, les dicen, es por la guerra en Ucrania, por el supuesto desabasto de trigo y la amenaza es que el costal aumente su valor hasta 1 mil pesos, a finales de año.
Buscan panificadores subsidios
En días pasados alrededor de 80 panaderos de León, grandes y pequeños, se reunieron para buscar una solución ante este problema que están enfrentando. Todos coincidieron en que tienen que buscar apoyo de las autoridades municipales, estatales y federales, para evitar que su negocio se vea afectado.
Algunos de ellos, proponen en primera instancia que la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), regule y marque un lineamiento en el precio del pan y el bolillo, pues están conscientes de la competencia desleal que existe en el mercado; El segundo sería solicitar un subsidio en el trigo, así como se aplica al maíz, para que las autoridades paguen una parte y los panificadores otra y con ello, sea más barato el costo de la harina.
Para ello, los panaderos buscan reunirse con diputados y con la Secretaría de Agronomía, para gestionar esta ayuda que los beneficiaría como gremio.
“Es algo difícil, pero a final de cuentas es lo que tratamos de hacer, buscaremos, el subsidio, alguna bonificación, apoyo económico o lo que sea necesario, para que se involucren las autoridades, se siente una impotencia muy grande, el que nuestras autoridades estén al tanto del asunto, no hagan nada y que esperen a que nosotros gritemos o alcemos la voz para que nos hagan caso o nos volteen a ver, a final de cuentas es un producto básico y nos afecta a todos”, expresó Fabiola Guzmán.
En el peor momento
Galo Aguirre, compartió que esta temporada, es la peor del año y con el incremento de las harinas, la situación les ha llegado a afectar al grado de bajar la producción.
“Nuestra mejor temporada es desde que inician las lluvias, porque el clima es fresco, pasando por septiembre, en noviembre el pan de muertos, las fiestas decembrinas, la rosca de reyes y terminamos a finales de enero, pero en temporada de calor, nuestra venta baja, y ahora con estos aumentos de precio en los insumos, hemos bajado la producción, incluso nosotros, en abril, dejamos de hacer bolillo una semana completa porque de lo contrario, no libraríamos los costos”. Explicó.
Aun con estos aumentos en la harina, ellos decidieron mantener sus costos, pues se resistían a incrementar el precio, para no afectar a los clientes. Sin embargo, el primero de mayo, decidieron aumentar el valor de sus productos, lo que provocó que perdieran a algunos de sus compradores.
Este no es el único gasto con el que cuentan los panaderos, pues además tienen que pagar al vendedor que lleva el pan a las tiendas, restaurantes o banqueteros, gastar en gasolina, el mantenimiento de los vehículos entre otras cosas.
Panaderos “mañosos”
En esta industria, los panaderos llevan los productos a sus clientes, les dejan sus charolas con el producto y los tenderos o dueños de misceláneas en este caso, únicamente les pagan las piezas que vendieron y regresan las demás.
“En la reunión algunos compañeros expresaron que algunos clientes incluso, les regresan las charolas con panes que ni siquiera son de ellos, así es que los compradores tampoco son muy leales y eso no era antes, anteriormente cada dueño de tiendita llegaba a la panadería, con su charola, escogía su pan y se iba, no había cambios ni devoluciones y se les respetaba igual, el precio de mayoreo”, comentó Fabiola.
Piden empatía y comprensión
Los panaderos, piden a los clientes la comprensión, Fabiola y Galo, ya han avisado a sus clientes del incremento que harán el próximo 15 de junio. “Se lo, están mucho, se enojan y piensan que subimos el precio por necedad, pero no es porque queramos, sino que es necesario, los insumos están subiendo”, explicaron.
Por ejemplo, ellos venden el bolillo en 4 pesos actualmente. Pero en tiendas de autoservicio el precio es de 1 peso con 50 centavos o 2 pesos. Precisan que jamás podrán competir con eso.
El pan, la pieza más barata es de 9 pesos. Los más vendidos son la concha y la dona entre semana. Pero el fin de semana, los clientes piden algo más especial, como el pan de nata, el de elote o los roles de canela, que por obvias razones tienen un precio mayor.
Por otra parte, el huevo, la leche y el azúcar, también han subido de precio. El primero oscila entre los 36 y 38 pesos por kilo, pero cada semana aumenta; el costal de azúcar está entre 850 y 900 pesos el costal de 50 kilos y está escaseando. A inicios de año, este insumo costaba 790 pesos por bulto y Fabiola lo compró hace unos días en 890 pesos.
Para no verse afectados, algunos panaderos no bajan el precio, pero si los gramos. “Pero si seguimos así, terminaremos haciendo unos mini panes y eso no es la solución, este trabajo es de mucha pasión, pero también ponemos todo nuestro esfuerzo y no se trata de cobrar, simplemente de buscar como todo negocio, una ganancia y cobrar lo que estamos gastando”. Explicó Fabiola.
Hace unas semanas ella se dio cuenta de que, por cada pan que vendía, estaba perdiendo 10 centavos. Y aunque parece que la cantidad es mínima, en total si generaba una descompensación considerable y aun con este aumento de un peso, sería solo apenas para mantener la producción y no para ver una ganancia.
Si bien el titular de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural, Paulo Bañuelos aseguró que en el estado no hay desabasto de trigo, reconoció que sí se ha registrado un incremento notable.