León, Gto. Eran las 6:40 horas de la mañana, el lugar: Libramiento José Maria Morelos Sur y el bulevar La Luz. Hay poco tráfico. La razón: es 9 de Marzo, día del Paro Nacional "Un día sin nosotras".
En México hay 64 millones de mujeres, que representan el 51.1 % de la población en nuestro país y una parte de ellas se sumaron a la manifestación. No hay mujeres en los bulevares, están en sus casas.
En un crucero, esperando la luz verde del semáforo, hay diez autos esperando, sólo uno de ellos es conducido por una mujer, quien es objeto de la mirada de los hombres, que aunque no lo dicen, es obvio que se dicen a ellos mismos "ella no se sumó".
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Pasan los minutos y los principales paraderos del Sistema Integrado de Transporte siguen recibiendo gente, no hay mujeres jóvenes y tampoco niñas, pero sí mujeres adultas, quienes trabajan haciendo el aseo en alguna empresa o casa o venden comida.
Se suman a su manera
Hay una excepción y se llama Lizbeth. Es enfermera y apresurada cruza entre los autos el bulevar Torres Landa, va a su trabajo y tiene los minutos contados para llegar a tiempo. Ella opina: "Me gusta la lucha que se está haciendo, ayer me sumé a la manifestación, pero también hice un juramento al recibirme, hoy mis pacientes me esperan y tengo un compromiso con ellos y estoy lista para trabajar”, y se retiró apresuradamente, negándose a que le fuera tomada una fotografía.
Entre las calles hay una mujer que baja de su auto frente a un puesto de jugos naturales. Ataviada con un elegante traje sastre en color negro. Es abogada y se llama Susana.
"Hoy es un día importante, hace tres años estoy peleando un caso de violencia familiar, tan grave que pasó a ser tentativa de homicidio. Después de tres años, por fin las pruebas convencieron al Juez y hoy está programada la audiencia de juicio. Así me sumo a la manifestación, trabajando, porque así es mi lucha y así es la lucha de mi cliente”, expresó.
Su lucha es diaria
En las calles, afuera de hospitales y escuelas hay mujeres. La señora que vende los tamales ya está lista, despachando a sus primeros clientes, la que vende periódico en el crucero anuncia las noticias y camina entre vehículos, esperando que alguien le compre un ejemplar.
Sobre el bulevar Adolfo López Mateos y las calles del Centro son contadas las mujeres que transitan caminando. No se puede negar que faltan mujeres, hay menos de lo normal. En las orugas y camiones de transporte urbano también se puede ver a algunas dirigiéndose a sus actividades cotidianas. Incluso hay una conductora del SIT, quien se levantó temprano para cumplir con sus corridas.
Es un lunes cualquiera para muchas, tienen que trabajar por el día a día, con la confianza de que la inseguridad a la que se enfrenta el género femenino sea erradicada.