León, Gto. - En la colonia Industrial embarga el miedo, la tristeza y la angustia entre sus habitantes y esto se debe a que la noche del domingo, cuatro mujeres, una niña de dos años y un niño de ocho meses fueron asesinados dentro de un cuarto de una vecindad.
Sus habitantes no quieren hablar por miedo, temen por su vida y la de su familia. Una persona que iba caminando por la zona solo aseguró que llevaban cinco meses rentando la habitación y vivían tanto mujeres como hombres, pero desconocen a qué se dedicaban, pues al ser un lugar de renta "personas llegan, personas se van".
"De vista los conocíamos pero no platicaban con nadie, tenían viviendo aquí como cinco meses y no sabíamos a qué se dedicaban, pero las señoras se veían tranquilas y es que no hacemos amistad con nadie por lo mismo que se rentan, personas llegan personas se van", platicó.
Elementos de la Guardia Nacional custodian celosamente la vivienda de color naranja y sus alrededor. Hay un elemento en la puerta y otro a unos dos o tres metros de distancia, en la acera de enfrente hay otros y en la calle Celaya casi esquina con Pénjamo hay una unidad con varios elementos.
La puerta se encuentra entreabierta, no hay muestra de sangre en el pasillo, porque al parecer las víctimas quedaron dentro de una habitación, solo se alcanza a observar las paredes de color blanco, el piso casi del mismo color y un boiler del cual se cuelga una toalla.
Los vecinos aún siguen desconcertados, dicen que las primeras detonaciones por arma de fuego se escucharon como hueco y luego volvieron a retumbar pero diferente, como si estuvieran al aire libre.
“Se escucharon varias detonaciones como hueco, a lo mejor fue cuando ingresaron al cuarto y luego se escucharon como si estuvieran afuera. fue terrible”, señalaron.
También, explicaron que antes de la masacre, pudieron observar una camioneta de color arena en la que bajaron varios hombres y atentaron en contra de las mujeres y los menores de edad, sin embargo, no se cuenta con mayor información.
Algunas otras personas, narraron que al parecer había unos hombres en la azotea de la casa cuando el ataque ocurrió y por temor se quedaron resguardados en aquel espacio. Luego de unos minutos llegaron lo que podría ser las parejas de estas mujeres quienes con gritos llegaron al inmueble pero ya no hubo nada que hacer.
“Nada más acordarme se me enchina la piel. Solo recuerdo que llegaron corriendo. La policía había puesto la cinta amarilla que no te deja pasar y solo se escuchaban gritos desgarradores. Muchos sí se quedaron a ver y mejor yo me recogí pa mi casa”.