León, Gto.- En el mundo del calzado deportivo, los sneakers han pasado de ser simples zapatos deportivos a verdaderas obras de arte para los amantes de la moda y la cultura urbana.
Las zapatillas deportivas se han convertido en un fenómeno global, fusionando estilo, historia y funcionalidad. Marcas icónicas como Nike, Adidas y Jordan han liderado la revolución del sneaker, pero su popularidad ha traído consigo desafíos únicos, como el auge de los revendedores y la creciente problemática de la piratería.
Este fenómeno coleccionista, no se queda atrás en la ciudad de León, donde en colonias como Zona Centro, centros comerciales y demás ubicaciones sociales, se pueden observar a personas luciendo Adidas Superstar, Converse Clasicos, Balenciaga Speed trainer, Jordan 1, Nike Dunk, Off White Low Vulcanized, Jordan 4, Yeezys, Air Force 1, Air max, Jordan 2, New Balance, Bad Bunnys, entre otros modelos populares.
Basta con dar una mirada ligera a la calidad de construcción, logotipos, marcas, etiquetas, lengüeta, patrón de la suela, tejidos, caja, y hasta el olor, elementos los cuáles según GOAT y StockX, las tiendas en línea y autentificadores de tenis más prestigiosos de Estados Unidos son los elementos más comunes de identificar a simple vista al comparar un modelo copia con uno original.
Una vez investigando sobre las principales diferencias de cada modelo, darse cuenta de si un modelo es original o no, se vuelve una tarea sencilla, basta con observar detenidamente los tenis de la mayoría de los portadores para rápidamente darse cuenta de que, en su mayoría, las personas en la ciudad están calzando modelos “pirata”; generando esto una interrogante: ¿De dónde están saliendo estos modelos piratas?
Si bien, en centros comerciales es imposible encontrar un modelo “clon”, en mercados como el Aldama, Comonfort, tianguis La Línea de Fuego, La Pulga, colonia El Coecillo y hasta en Zona Piel es común encontrar decenas de puestos con modelos de tenis “exclusivos”.
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Pero no todo es diversión y coleccionismo, el comercio y consumo de estos productos tiene un trasfondo, en un esfuerzo por abordar el desafío que representa la importación masiva de calzado chino en México, la senadora Antares Vázquez ha propuesto aumentar los aranceles en un 5% para el calzado asiático que ingresa al país.
Esto se debe a la preocupación por la competencia desleal que afecta a la industria local del calzado, particularmente en el segmento de calzado deportivo. Además de los aranceles, se están considerando cuotas compensatorias para ciertos tipos de calzado, como parte de un esfuerzo conjunto entre el gobierno federal y los fabricantes de calzado mexicanos.
La situación se ha vuelto tan crítica que ha llevado al cierre temporal de un alto porcentaje de empresas de calzado en San Francisco del Rincón y Purísima del Rincón, lo que ha resultado en una pérdida significativa de empleos.
A pesar de los esfuerzos locales, se reconoce que se necesita la intervención y el apoyo del gobierno federal para abordar el problema del contrabando y la falta de control aduanero, lo que ha exacerbado aún más la situación en la industria del calzado en México.
Además, en el mundo del “sneaker” los precios pueden variar ampliamente según la marca, el modelo y su exclusividad. Por ejemplo, los icónicos Jordan 1 de Nike, que cuentan con una base de seguidores apasionados, pueden tener un precio que oscila entre los 3,500 y 8,000 pesos mexicanos para ediciones regulares, mientras que colaboraciones especiales como los “Air Jordan 1 Off White Retro High” que pueden llegar a los 50 mil pesos.
Por otro lado, los codiciados Yeezys de Adidas, diseñados en colaboración con Kanye West, suelen superar los 10,000 pesos y llegar hasta los 20,000 o más, dependiendo de la edición y la rareza.
Los Nike Dunk, que han experimentado un renacimiento en popularidad, pueden variar desde 2,500 hasta 6,000 pesos, pero los modelos de colaboración exclusiva a menudo se cotizan en el rango de 10,000 a 15,000 pesos. Estos ejemplos resaltan la amplia gama de precios en el mundo de los sneakers, donde la demanda, la rareza y la historia del modelo son factores clave en la determinación de su valor.
El Sneaker collecting, también conocido como "coleccionismo de zapatillas", ha ganado una base de seguidores apasionados en todo el mundo. Para muchos, estos zapatos no son simplemente prendas deportivas, sino una forma de expresión personal y cultural.
Como lo describe José La Puma, un experto en sneakers y periodista reconocido de “Complex”: "Cada par cuenta una historia, representa un momento en el tiempo. Son como piezas de arte que llevamos en nuestros pies".
Las marcas más influyentes en el mundo del sneaker son Nike y Adidas. Con modelos icónicos como las Air Jordan de Nike y las Yeezy de Adidas, estas empresas han dominado la escena y han establecido colaboraciones exclusivas con celebridades y diseñadores de renombre.
Como bien afirmó Joe La Puma, "Las colaboraciones entre marcas y figuras famosas han impulsado el coleccionismo de sneakers a un nivel completamente nuevo. La demanda es insaciable".
Sin embargo, el éxito del sneaker collecting también ha atraído a un grupo controvertido: los revendedores. Quienes según “StockX”, estos individuos compran ediciones limitadas de sneakers para luego revenderlos a precios exorbitantes en el mercado secundario. La ética detrás de esta práctica ha sido objeto de debate.
Uno de los desafíos más graves que enfrenta la comunidad sneaker es la proliferación de productos falsificados. La piratería y el clonado de zapatillas han alcanzado niveles alarmantes. Estas imitaciones a menudo son difíciles de distinguir de los originales, lo que representa una amenaza para los compradores y para la industria en su conjunto.
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Para hacer frente a la piratería, las marcas de sneakers han implementado medidas de seguridad avanzadas, como etiquetas holográficas y códigos QR en sus productos.
Además, han intensificado sus esfuerzos legales contra aquellos que producen y venden falsificaciones. Sin embargo, el problema persiste y se adapta constantemente a nuevas tecnologías y métodos.
“A mí me encantan los sneakers, pero soy cajera de medio tiempo y estudiante, no puedo costearme unos tenis originales, pero muero por tener las siluetas más populares, por eso yo vengo a comprarlos, porque es también una inspiración para después pueda comprarme un modelo original, lo malo de estos es que luego te huelen los pies y te los acabas muy rápido, pero igual yo no veo mal a la gente que los compramos, cada quien sus gustos”, concluyó Cristina Fierro, una clienta en un puesto de sneakers de la Línea de Fuego.